Reforma
2018-07-19
Guadalajara— Alcanzaron la cima del Artesonraju, en Perú, y ahí en lo más alto de la montaña no imaginaban que sería la última hazaña de sus vidas.
Daniel Araiza y Enrique González, dos alpinistas mexicanos, fallecieron el pasado 18 de julio al descender de la montaña Artesonraju, perteneciente a la Cordillera de los Andes.
Los tapatíos, de 29 y 24 años de edad, respectivamente, emprendieron la aventura acompañados de otros 13 alpinistas, quienes vieron el accidente desde las alturas, dado que Daniel y Enrique ya estaban muy cerca de alcanzar la superficie.
De acuerdo con uno de los testigos del suceso, Daniel y Enrique, realizaban el descenso de manera segura.
“No estaban haciendo algo extremo, era un ascenso que no era considerado peligroso y les ocurrió un accidente por algo totalmente ajeno a su experiencia y capacidad, algo que es imposible de controlar”, comentó Héctor Ponce de León, otro montañista mexicano, para el portal especializado en deportes extremos, Freeman.
El líder de la expedición, Diego Wynter, responsabilizó a las condiciones impredecibles del tiempo y el terreno del accidente donde perdieron la vida los tapatíos.
“Al descender a rapel se habrían desprendido de la pared ante la caída de un bloque de hielo fragmentado por grietas. Les tocó la mala suerte y no cometieron un error hasta donde es evidente. Las condiciones de la montaña pueden ser impredecibles y ocurrió en esta ocasión”, comentó Diego Wynter para Freeman.
Araiza, apenas en noviembre del año anterior, había conquistado la cima del Manaslu, la octava montaña más alta del mundo.
50 años después
Hace medio siglo, el tío de Daniel, Guillermo Araiza falleció en la tragedia del Iztaccíhuatl. En ese suceso, 11 jóvenes de alrededor de 15 años murieron congelados tras una tormenta de nieve que los sorprendió a medio camino. Los alpinistas, al igual que Daniel y Enrique, estudiaban en el Club Alpino del Instituto de Ciencias de Guadalajara, Jalisco.
Dejan su huella
Daniel trabajaba en la filmación de un documental al lado de Héctor Ponce de León, considerado uno de los mejores alpinistas del país, en el que ambos relataban sus experiencias en el deporte.
En el trabajo cinematográfico, los montañistas van en busca de uno de sus mayores retos deportivos: escalar Slipstream (Canadá) y la Cara Oeste de Mount Huntington (Alaska).
Daniel veía a Héctor como su ídolo y haber escalado con él era como un sueño. Mientras que Héctor tenía en Daniel a su compañero ideal en las aventuras de la montaña.
“Tenía esta idea de que morir en la montaña era algo romántico, lo único que es, es una tragedia tremenda”, declaró Daniel en el documental.
Entérate
El nevado de Artesonraju tiene una altura de 6.025 metros sobre el nivel del mar. Entre mayo y agosto, los vientos de alta intensidad producen “La Placa de Viento”, un fenómeno natural peligroso en el que una capa delgada de hielo cubre la nieve esponjosa y vuelve inseguro el ascenso y descenso.