Reforma
2018-06-23
Ciudad de México- Mayo se convirtió en el mes más violento en la historia reciente de México por el número de asesinatos registrados, de acuerdo con cifras oficiales.
El mes pasado se iniciaron en las procuradurías y fiscalías estatales 2 mil 530 carpetas de investigación por el delito de homicidio doloso.
Es la cifra mensual más alta por lo menos desde 1997, cuando el Sistema Nacional de Seguridad Pública comenzó a sistematizar las estadísticas delictivas a nivel nacional.
Ni siquiera durante la etapa más cruenta de la llamada guerra contra el narcotráfico del expresidente Felipe Calderón, México llegó a una cifra mensual tan alta.
De hecho, el mes con más homicidios dolosos durante 2011, el año más violento del sexenio pasado, fue mayo, con 2 mil 108.
Hasta mayo de 2018, el mes que tenía el récord de más homicidios dolosos era octubre de 2017, con 2 mil 355 casos, según la nueva metodología de registro y clasificación de delitos.
Este pico de violencia sin precedentes se dio en medio del proceso electoral y de la implementación del operativo Escudo-Titán, que precisamente busca reducir el crimen.
Apenas el miércoles pasado, el secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida, pidió a la clase política dejar de echar culpas por la inseguridad.
La única vía para resolver ese problema, dijo el funcionario, es la del trabajo, el esfuerzo y la efectiva coordinación.
Pero no es el único récord negativo, ya que el número de homicidios dolosos en los primeros cinco meses del año es el más alto del que se tenga registro para un periodo idéntico.
Entre enero y mayo se iniciaron 11 mil 437 carpetas, cantidad que supera en 17.2 por ciento las 9 mil 751 indagatorias abiertas en el mismo lapso del año pasado, que tenía el récord.
Cada mes de 2018 ha superado la barrera de los 2 mil homicidios, lo que tampoco tiene precedente en los últimos 21 años.
Otro botón de muestra es que en los primeros cinco meses de 2018 hubo más asesinatos intencionales, por ejemplo, que en todo 2005, que sumó 11 mil 246.
La espiral de violencia en el país comenzó a mediados de 2016 y, lejos de frenarse o revertirse, sigue al alza.
Esta tendencia se mantiene a pesar del despliegue de decenas de miles de elementos de las fuerzas federales en puntos considerados como focos rojos.
Tampoco han funcionado las estrategias emergentes, como el plan de seguridad en los 50 municipios más violentos o la reactivación del programa nacional de prevención del delito.
Las autoridades han atribuido el repunte de la violencia a factores como la debilidad de las Policías locales, la proliferación de armas de fuego, el sistema penal acusatorio e incluso los cambios de gobierno.
El Observatorio Nacional Ciudadano (ONC) advirtió el pasado 7 de junio que, según proyecciones estadísticas, este 2018 desplazará a 2017 como el año más violento en México.