Reforma
2018-04-13Ciudad de México— Migrantes de diversas naciones de Centroamérica piden a las autoridades mexicanas autobuses para continuar su camino hacia la frontera con Estados Unidos.
Con el objetivo de cumplir el sueño americano y tras huir de sus países por problemas como la inseguridad y la pobreza se unieron en una caravana que partió de Tapachula, Chiapas el 25 de marzo.
Tras tres semanas de visitar diversas entidades mexicanas como Oaxaca, Puebla, Veracruz y Ciudad de México, la siguiente parada es el Estado de México, donde prevén abordar el tren, ubicado en las inmediaciones de la estación Lechería.
Sin embargo, esto ha provocado disgusto entre la población migrante, pues consideran que es riesgoso.
"Para mujeres y niños no es nada fácil. Imagínese para las que llevan bebés de brazos", expuso Maira Zepeda, de Honduras.
"Llevamos comida, bebidas, pampers (pañales), ropa que el pueblo mexicano nos ha regalado, que tendremos que botar si nos llevan en tren", agregó.
En tanto Giovanni Santos, de El Salvador indicó que la comunidad necesita este tipo de apoyo.
"No es que queramos todo, pero viajar en tren no es fácil. Sabíamos que no era fácil, pero tampoco somos culpables de querer mejores cosas para los nuestros", dijo.
"Vamos a ir parados, por horas y horas, hay quienes se cansan y se caen. No queremos dejar todo botado. Nos piden que nos pongamos todo lo que podamos y con el calor, usted imagínese. Nos da miedo, no quiero que le pase más a mis hijos".
Al respecto, Leonardo Olson, coordinador de Pueblos sin Fronteras refirió que la caravana depende del altruismo.
"No tenemos los medios, eso depende de las autoridades, pero debemos seguir juntos porque solos son vulnerables".
En la Casa del Peregrino se encuentran cerca de 700 migrantes.