Reforma
2018-04-03
Ciudad de México- El Gobierno de México rechazó que, por presiones externas o internas, la caravana denominada "Viacrucis Migrante" se haya dispersado a su paso por México.
Este martes, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, presumió que disolvió la caravana y se jactó de que México actuó debido a su amenaza de cancelar el TLC.
En un comunicado conjunto signado por las Secretarías de Gobernación y Relaciones Exteriores, la Federación afirmó que fue por decisión de la propia caravana.
"Como se esperaba, la Caravana conocida como Viacrucis del Migrante comenzó su dispersión por decisión de sus integrantes", indicó.
"El deseo de no continuar con esta movilización obedeció estrictamente a la decisión propia de las personas que la integraban y no a presión externa o interna alguna".
El Gobierno mexicano subrayó que su política migratoria no está sujeta a presiones y que se ejerce de manera soberana y conforme a derecho.
"Con esta se busca asegurar que la migración ocurra de manera legal, segura, ordenada y con pleno respeto a los derechos de las personas", señaló.
En el marco de la ley y el pleno respeto a los derechos humanos, abundó, las autoridades acompañaron en todo momento a sus participantes durante su recorrido por el País.
Con relación a los extranjeros que conformaban la caravana, indicó que centraron sus esfuerzos en informar sobre los procesos de regularización y opciones previstas en la ley.
"Se han iniciado los procedimientos administrativos migratorios a quienes manifestaron dicho interés, 465 personas solicitaron oficios de salida, de los cuales 230 han sido entregados.
"Además, 168 de ellos se encuentran en los supuestos de ley para recibir esta misma notificación con fines de regularización, que serán otorgados en las próximas horas", abundó.
Esta caravana se realiza desde 2010 y se integra principalmente por ciudadanos del Triángulo Norte de Centroamérica, que conforman Guatemala, Honduras y El Salvador.
En su edición de este año llegó a tener a unos mil 200 participantes, la mayoría de Honduras, y comenzó su dispersión en Oaxaca.
De acuerdo con reportes oficiales, alrededor de 200 siguieron su viaje a bordo de un tren y otros 400 han sido deportados a sus países.
"El Gobierno de México mantiene activos los mecanismos internacionales apropiados para atender de mejor manera el fenómeno migratorio", añadieron la Segob y la Cancillería.