Nacional

Caravana de centroamericanos hace escala en el sur del país

Associated Press

2018-04-02

Ciudad de México– El presidente Donald Trump advirtió sobre “caravanas” de migrantes que se dirigen a Estados Unidos, aunque un contingente de centroamericanos que supuestamente se desplaza por México hacia la frontera norte estaba sorprendentemente inmóvil hoy.
Unas mil 100 personas, la mayoría hondureñas, han estado caminando al costado de carreteras y vías férreas, pero ahora decidieron acampar en un campo deportivo en el estado de Oaxaca, en el sur de México. Ahí esperan asesoría para solicitar visas de tránsito o humanitarias en el país.
Aunque el domingo unos 200 hombres abandonaron al grupo y subieron a un tren rumbo al norte –quizá con la intención de llegar a Estados Unidos–, parecía improbable que el resto reanude su marcha antes del miércoles o jueves. Estas personas quizá subirán a autobuses que los lleven hasta el último punto del trayecto de la caravana, un simposio sobre derechos de los inmigrantes en el estado de Puebla, en el centro del país.
Irineo Mújica, director de Pueblo Sin Fronteras, el grupo activista detrás de esta reunión simbólica anual, dijo que la caravana continuará su travesía solo hasta la ciudad de Puebla, al sureste de la Ciudad de México, “pero no en la magnitud masiva”. Después del simposio, algunos migrantes podrían continuar su viaje a la capital de México, donde es más fácil solicitar asilo. Mújica dijo que entre 300 y 400 de los migrantes aseguran que tienen parientes en territorio mexicano y por ende consideran permanecer en el país al menos temporalmente.
Los hechos carecen totalmente de dramatismo, en especial si se les compara con 2013 y 2014, cuando migrantes atestaban trenes cargueros en México rumbo al norte. Sin embargo, los tuits de Trump en tono molesto suscitaron incomodidad en el país.
“México hace muy poco, si no es que nada, para detener a las personas que cruzan a México por su frontera sur, y después a Estados Unidos. Se ríen de nuestras tontas leyes de inmigración. Deben parar el enorme flujo de drogas y personas, o yo pararé su fuente de liquidez, el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica. ¡Necesito el muro!”, escribió Trump. “Con todo el dinero que ganan de Estados Unidos, esperemos que impidan a las personas que pasen a través de su país e ingresen al nuestro, al menos hasta que el Congreso modifique nuestras leyes de inmigración”.
El secretario de Gobernación de México, Alfonso Navarrete Prida, rechazó esas exigencias.
“Actuamos con absoluta soberanía en el cumplimiento de nuestras leyes”, dijo el lunes Navarrete Prida. “Sí, desde luego actuaremos.... con estricto cumplimento de nuestra ley migratoria, sin presión alguna de país alguno”.
El funcionario dijo que conversó el lunes con la secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kirstjen Nielsen.
“Acordamos analizar las mejores vías para atender los flujos migratorios de conformidad con las leyes de cada país”, afirmó el secretario en un tuit.
Un funcionario mexicano dijo que las caravanas son toleradas porque la ley mexicana concede a los migrantes el derecho a solicitar asilo en México o una visa humanitaria que les permita trasladarse a la frontera norte para pedir asilo en Estados Unidos.
Estas caravanas conocidas como Viacrucis Migrante se efectúan en el sur de México desde hace unos 10 años. Comenzaron como procesiones cortas de migrantes, algunos vestidos con atuendos bíblicos y cargando cruces, para protestar en Pascua contra los secuestros, las extorsiones, las golpizas y los homicidios que muchos migrantes centroamericanos sufren en su travesía por México.
Los contingentes organizados de las caravanas por lo general no se desplazan demasiado hacia el norte más allá del estado costero de Veracruz, en el Golfo de México. Algunos migrantes, que se desplazan solos o en grupos pequeños, a menudo suben a autobuses o camiones en la zona para llegar a la frontera con Estados Unidos.
México suele detener a centroamericanos, a veces en cifras que igualan a las de Estados Unidos. Las deportaciones de extranjeros bajaron de 176 mil 726 en 2015 a 76 mil 433 en 2017, en parte debido a que se cree disminuyó el número de los que llegan a México, y aumentó el de los que solicitan asilo en el país.
México aceptó 3 mil 223 solicitudes de asilo efectuadas en 2016, y 9 mil 626 presentadas el año pasado están en trámite o recibieron luz verde.

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