Antonio Baranda/
Agencia Reforma
Ciudad de México— Un motín causado por el traslado de cuatro reos peligrosos en el penal de La Toma, en Amatlán de los Reyes, Veracruz, dejó la madrugada de ayer un saldo de seis policías muertos y al menos 15 heridos.
El Gobierno de Veracruz informó que, de acuerdo con los peritajes de la Fiscalía estatal, los agentes murieron de asfixia por confinamiento al inhalar humo que se generó por un incendio provocado por los internos.
Durante los disturbios murió además una persona cuya identidad no se ha precisado, pero que la autoridad presume que podría tratarse de un custodio o un reo pues no estaba uniformado.
El gobernador de Veracruz, Miguel Ángel Yunes, señaló en rueda de prensa que también resultaron heridos siete internos, dos de ellos de gravedad, mientras cinco tuvieron lesiones entre moderadas y leves.
Explicó que un grupo de reos se amotinó para tratar de evitar el traslado de cuatro internos altamente peligrosos, cuyos nombres no reveló, a un centro federal de máxima seguridad.
Los cuatro reos, cuya transferencia sí se concretó, están identificados como generadores de violencia en la zona de Córdoba-Orizaba y la región de las altas montañas de Veracruz.
"Estos individuos forman parte de bandas de delincuentes organizados y están vinculados a homicidios, secuestros y otros delitos graves.
"Como consecuencia de su cercanía con la zona donde encabezaban bandas delictivas, su permanencia en el penal de Amatlán facilitaba las actividades en contra de la sociedad", dijo Yunes.
La noche del sábado, elementos de la Policía Estatal, con el apoyo de la Policía Municipal de Orizaba, ingresaron a La Toma para trasladar a los cuatro reos.
Seis de los efectivos que participaban en el operativo fueron agredidos y encerrados en un espacio del penal, mientras los internos se apoderaban de herramientas y quemaban colchones.
"Los internos prendieron fuego y provocaron que, con el humo, se intoxicaran y perdieran la vida los seis policías", detalló Yunes.
De los seis policías muertos, cuatro estaban adscritos a la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) estatal y dos a la Policía de Orizaba.
Según el Gobierno estatal, tuvieron participación en el motín y la muerte de los agentes los reos conocidos como "El Cachorro" y "El Chichi".
El primero es Manuel Escalona Barradas, un expolicía municipal vinculado a Los Zetas, y el segundo es Josele Márquez Balderas, jefe regional de la misma organización.
En un audio que circuló ayer en redes sociales, ambos habrían acusado que el titular de la SSP, Jaime Téllez, los amenazó de muerte si no se entregaban, versión que fue negada por Yunes.
"Ninguna persona, ningún funcionario público amenazó de muerte a nadie, son algunos de quienes participaron en la muerte de nuestros compañeros.
"Estaban confinados en un lugar y al llegar el secretario les pidió que bajaran, que se entregaran a la Policía", indicó Yunes.
El motín, que inició entre las entre las 21:30 y las 22:00 horas del sábado, fue controlado hasta la mañana de ayer con el apoyo de corporaciones estatales y federales.