Agencia Reforma
2018-03-08
Ciudad de México— La visita de Jared Kushner, yerno de Donald Trump, y el tratamiento que le dio el Gobierno mexicano rompe con la institucionalidad de la relación México-Estados Unidos, coincidieron ayer especialistas.
El exembajador Andrés Rozental advirtió que, como en agosto de 2016, cuando Trump visitó la Ciudad de México, se incurre en el error de ensalzar una visita de bastante bajo nivel.
“El señor Kushner será el yerno del presidente, pero no tiene ninguna función real en el gobierno y está bajo una serie de temas relacionados con sus permisos en temas de seguridad y deudas que ha estado manejando desde la Casa Blanca.
“Todo este rollo de que es una gran visita y es bien importante, más importante que cualquier otra, se me hace exagerado”, señaló.
Expuso que es un error haber excluido a los embajadores y al personal del Departamento de Estado y la Cancillería, así como que Kushner haya sido recibido por el presidente Enrique Peña Nieto por casi tres horas.
“No se entiende que basemos nuestra relación bilateral con EU en una relación personal del canciller (Luis Videgaray) con el yerno del presidente, cuando tenemos instituciones.
“Es muy bueno tener una relación personal con quien uno quiera, pero la relación institucional es la que cuenta y es la que se daña cuando no está incluida en este tipo de discusión. Yo tuve una buena relación personal con muchos funcionarios norteamericanos cuando fui subsecretario o director para América del Norte, pero siempre la parte importante era la institucional”, indicó Rozental.
Consideró que el Gobierno quiere dar la impresión de que la relación bilateral no está rota y que hay avances, alentando expectativas de que antes de las elecciones se solucionarán los temas difíciles del TLC.
Luis Huacuja, internacionalista de la UNAM, cuestionó la falta de institucionalidad de la visita del yerno de Trump.
“Vimos una reunión que no es oficial, donde está un jefe de Estado con alguien más que no es un jefe de Estado, donde no está la institucionalidad visible, no vimos a la embajadora de EU, no vemos claridad de los temas”, señaló.
Una política exterior de Estado, dijo, debe involucrar a múltiples actores, al Ejecutivo, al Legislativo, pero también a la sociedad civil, pues al ciudadano de a pie le afecta lo que se acuerde en un entorno internacional.
“No conocemos ni los motivos ni la finalidad, en medio de un entorno donde viene un personaje que sabemos que tiene una cercanía familiar con el presidente estadounidense, pero que ha sido desacreditado, degradado y señalado y a quien probablemente le inicien algún procedimiento judicial”, indicó Huacuja. (Silvia Garduño/Agencia Reforma)