Reforma
2018-02-10
Acapulco— Varias colonias de Acapulco viven paralizadas por el terror que han impuesto los narcotraficantes.
La parálisis se da tras 72 horas en las que el puerto registró asesinatos, incendios de unidades de transporte, balaceras y persecuciones.
En las colonias Jardín, Azteca, Almendros, Miramar, Jardín Mangos, Palmas, Tehuacán y Muro, impera un "toque de queda" de facto a partir de las 8 de la noche.
En esas colonias mantienen cerradas decenas de escuelas, centros de salud, iglesias y tiendas; el transporte público opera de manera parcial, afectando desplazamientos desde y hacia otros puntos del puerto. Y nadie sale de su casa apenas cae la noche.
Versiones de transportistas indican que de las 600 unidades, entre taxis y camiones urbanos, que operan en la zona, menos de la mitad brinda servicio.
"Los que se atreven a ir a dar el servicio son unos valientes porque saben que la vida de ellos está en peligro", reveló un líder camionero.
La zona en cuestión conecta Pie de la Cuesta con el Acapulco tradicional, y la parálisis afecta también comercios y hoteles de otros lugares.
Las escuelas y establecimiento cerraron luego de que, el miércoles en la noche, un camión de transporte urbano fuera incendiado y se registraran dos balaceras en la Colonia Jardín Mangos.
En otro hecho, el cuerpo de una persona fue hallado en la cajuela de un taxi junto a una cartulina con mensajes de amenaza a otros choferes.
Alejandro Martínez Sidney, dirigente de la Federación de Cámaras de Comercio en Acapulco, señaló que, en las últimas semanas, un nuevo grupo de extorsionadores está exigiendo cuota a los negocios.
"Muchos ya están pagando doble cuota, que en algunos casos es de hasta mil pesos diarios que pagan a cada grupo", afirmó Martínez.
El empresario señaló que, en lo que va del año, 120 establecimientos comerciales cerraron por la situación de inseguridad.
Elementos del Ejército fueron desplegados al poniente del puerto para reforzar la vigilancia.
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