Los Angeles Times
2018-02-09
Autoridades mexicanas arrestaron al presunto líder del cártel de la droga de Los Zetas –que desde hace tiempo ha sido uno de los grupos criminales más poderosos y que destaca por su brutalidad del país.
José María Guízar Valencia, quien está acusado de liderar una organización que trafica cada año miles de libras de cocaína y metantefaminas a Estados Unidos, fue capturado este jueves al ingresar a un hotel situado en un elegante vecindario en la Ciudad de México, según dieron a conocer las autoridades este viernes.
Renato Sales, comisionado de Seguridad Nacional en México, dijo en un comunicado que Guízar de 38 años, fue capturado sin emplear la fuerza.
En un país atrapado en una escalada de violencia provocada por grupos criminales que están en guerra, Guízar era uno de los hombres más buscados de México.
Estados Unidos ofreció una recompensa de 5 millones de dólares por su arresto y solicitó formalmente su extradición. Sales comentó que existen órdenes de aprehensión para Guízar en varios Estados de aquel país por delitos que incluyen contrabando de armas, secuestro y homicidio.
Su captura fue celebrada por funcionarios públicos de ambos lados de la frontera, la embajadora de Estados Unidos en México, Roberta Jacobson, publicó un tweet diciendo que el arresto de Guízar y otros esfuerzos que están haciendo las autoridades “hacen que México y Estados Unidos sean más seguros”.
Sin embargo, otros reaccionaron con cautela, haciendo notar que en el pasado, la estrategia de México “enfocada en los líderes de los cárteles” no ha reducido la violencia, de hecho la ha incrementado.
Durante la década en la que México envió decenas de miles de soldados a las calles para luchar contra organizaciones de narcotraficantes tan poderosos que usualmente han sido comparados con corporaciones multinacionales, docenas de capos de la droga, incluyendo a Joaquín “El Chapo” Guzmán, han sido tomados bajo custodia o asesinados.
Aunque la estrategia de enfocarse en los capos podría haber impedido que México fuera completamente superado por los cárteles de la droga, eso desató una oleada sangrienta, ya que los criminales lucharon por controlar rutas lucrativas para el narcotráfico y la extorsión, impulsando delitos como el robo.
El índice de homicidios en México ha aumentado. El año pasado llegó a una cifra alta en 20 años.
“Es necesario decir que tan pronto como un líder es arrestado, usualmente aparece otro”, comentó Ricardo Ravelo, experto en seguridad, en una entrevista radiofónica de este viernes.