Ana Luz Solís/
Agencia Reforma
Ciudad de México— El "Comandante Emilio" dejó un historial de amistades en San Miguel de Allende, incluso con sus víctimas.
Ramón Guerra Valencia y/o Raúl Escobar Poblete hizo lo suficiente para relacionarse con el empresario mexicano Eduardo García Valseca y ganarse su confianza, para después secuestrarlo.
La amistad entre García Valseca y el exguerrillero chileno trascendió a los negocios, pues juntos abrieron la escuela Waldford, Árbol de Vida, a la que acudían hijos de personajes e intelectuales que radican en San Miguel de Allende.
Diez años después de aquel secuestro que terminó por exiliar al empresario, las familias de ambos continuaron con la amistad, tanto que una nieta del empresario fue conquistada por Carlos Marcelo Guerra Fernández, hijo mayor del "Comandante Emilio", quien fue su novio hasta la detención del plagiario en mayo de 2017.
Con la captura del guerrillero chileno terminó la cacería de uno de los hombres más buscados por la justicia chilena, acusado del asesinato del fundador y líder de la Unión Demócrata Independiente (UDI), el senador Jaime Guzmán Errázuriz, el 1 de abril de 1991.