Natalia Vitela
/Agencia Reforma
Ciudad de México— Los mexicanos alargaron su esperanza de vida pero los últimos años de existencia sobreviven enfermos, concluye el estudio Carga Mundial de Enfermedades.
Las mujeres tienen una esperanza de vida de 77.6 años, pero viven sanas sólo 67.1, reporta el análisis. En tanto que los varones viven en promedio 71.4, de los cuales pasan enfermos 8 años, pues su esperanza de vida saludable es de 66.9 años.
Según el estudio, Dinamarca, Estados y Japón son los países con la más alta esperanza de vida saludable. En América Latina, encabezan la lista Chile, Cuba y Panamá.
La esperanza de vida saludable de las mujeres y varones en Dinamarca está cuatro años por arriba de la que se registra en México.
Mientras que en Chile, las mujeres y varones viven saludablemente 1.2 y 1.4 años más, respectivamente, que la población mexicana.
“Lo que está sucediendo en México es que aumenta la esperanza de vida, es decir, los mexicanos vivimos más, pero en realidad lo que estamos haciendo es aumentar los años con enfermedad, es decir, no tenemos una calidad de vida que acompañe la mejora en la esperanza de vida”, advierte Rafael Lozano, académico e investigador de la Universidad de Washington y quien participó en el estudio global.
De acuerdo con el investigador, las mujeres y varones están viviendo más con enfermedades y discapacidades ocasionadas por la diabetes, por ejemplo.
Los males cardiovasculares y los problemas con el aparato músculo esquelético, así como la pérdida de visión y audición, además de la depresión, son los padecimientos que predominan.
“Todo eso hace que acumulemos más años de vida, pero con discapacidad. Es un fenómeno que se conoce como la expansión de la enfermedad.
“La enfermedad se va expandiendo y lo que tenemos que hacer es que se comprima también la enfermedad. Aumenta la esperanza de vida y tiene que disminuir la enfermedad. Es un proceso que tiene mucho que ver con el sistema de salud”, indicó en entrevista.
Mencionó que, para prolongar la esperanza de vida saludable, habría que prevenir, diagnosticar y tratar oportunamente enfermedades crónicas como la diabetes y los males cardiovasculares.
“Se está haciendo un buen trabajo, pero todavía no es suficiente”, indicó.