Agencia Reforma
2017-09-23
Reynosa, Tamaulipas— El recrudecimiento de la narcoviolencia en Reynosa provocó que menos viajeros, principalmente regiomontanos, utilicen esa frontera como vía de paso hacia Estados Unidos, principalmente al área de McAllen y la Isla del Padre.
De acuerdo con encargados de cruces internacionales, comerciantes y autoridades locales y estatales, la baja en el flujo se agudizó a partir de abril, cuando se intensificaron las balaceras, narcobloqueos y ataques tras el abatimiento de Juan Manuel Loza Salinas, “El Comandante Toro”, jefe de plaza del Cártel del Golfo.
Esto se reflejó en el Puente Anzaldúas y en la Autopista Monterrey-Reynosa, paso obligado para quienes usan esta frontera, donde el aforo rumbo al cruce internacional bajó 14 por ciento en los tres meses posteriores a la muerte de “El Comandante Toro”.
Esto se atribuye a que, luego de la caída del narco, dos facciones de ese grupo criminal arreciaron sus peleas por el control, pugna que aún continúa.
A la par de esa disputa aumentó el acoso de los delincuentes a los viajeros, al reportarse más casos de conductores particulares o transportistas que eran interceptados o perseguidos por hombres armados.
En julio, por ejemplo, se publicaron los casos de dos familias sampetrinas acechadas por comandos en torno al Puente Internacional Anzaldúas.
Además, otra familia que regresaba de Monterrey a Texas fue baleada en su camino al Puente de Pharr.
Igualmente, entre los transportistas se emitieron alertas para evitar ser víctimas del crimen, que robaba las unidades para apoderarse de mercancías o para incendiarlas en los narcobloqueos.
El menor paso de viajeros se evidenció principalmente en los aforos de la Autopista Monterrey-Reynosa y en los puentes fronterizos, como el Anzaldúas, que es el que comúnmente usan los regios.
Según información de Caminos y Puentes Federales (Capufe) sobre la Autopista Monterrey-Reynosa, luego de que el aforo en el sentido a la frontera mostró una tendencia al alza en el periodo de enero a julio del 2014 al 2016, la cifra bajó en el 2017.
En el 2014, en los primeros siete meses, por ahí pasaron un millón 116 mil 659 vehículos, indicador que en el 2015 subió a un millón 178 mil 169 y en el 2016 volvió a aumentar, a un millón 227 mil 151.
No obstante, en el 2017 bajó 8 por ciento, a un millón 130 mil 531.
De acuerdo con datos del investigador Alberto González Karam, vicepresidente de Asuntos Fronterizos del Colegio de Economistas, el aforo de la autopista, de Cadereyta a Reynosa, fue de 474 mil 291 vehículos de mayo a julio, mientras que en el mismo periodo del 2016 fue de 554 mil 539 vehículos, lo que implica una baja del 14 por ciento.
En el Puente Anzaldúas, la caída en los cruces se refleja en los promedios diarios durante mayo, junio y julio, tras la caída de “El Comandante Toro”.
En mayo, el promedio de cruces diarios hacia Texas cayó 19 por ciento a 2 mil 535, mientras que en junio la baja fue de 10 por ciento a 2 mil 832 y en julio del 13 por ciento a 2 mil 949.
“Desgraciadamente (la violencia) también a nosotros nos afectó”, dijo Eduardo Pineda, gerente de Operaciones del Grupo Marhnos, concesionario del cruce.
También el Puente Internacional Reynosa-Hidalgo reportó una baja, del 3 por ciento, en su aforo de mayo a julio de este año, al reportar un total de 398 mil 313 vehículos contra los 407 mil 174 registrados en ese periodo del 2016.