Jacciel Morales/
Agencia Reforma
Unión Hidalgo, Oaxaca— Migrantes centroamericanos del albergue Hermanos en el Camino, que dirige el sacerdote Alejandro Solalinde, se unieron a las labores de limpieza en localidades del Istmo que fueron afectados por el sismo de magnitud 8.2 del pasado 7 de septiembre.
Desde un día después del movimiento telúrico, los voluntarios se organizaron en dos grupos con la única finalidad de ofrecer su apoyo.
Los migrantes, originarios de Nicaragua, El Salvador, Honduras y Guatemala, señalaron que ofrecen su ayuda como una forma de agradecer el apoyo que les han dado en su camino a Estados Unidos.
“Siempre nos ayudan, con comida, ropa y dinero para seguir nuestro camino, hoy nos toca pagar el favor por nuestro hermanos que han recibido esta bendición del pueblo”, manifestó Jeferson Adrián Ochoa, de origen guatemalteco.
Además de los voluntarios migrantes y mexicanos, también participan seis integrantes de la Brigada Humanitaria de Paz Marabunta, quienes son parte de una agrupación de derechos humanos y de rescate.
José Filiberto Velásquez Florencio, el coordinador de las brigadas de migrantes y quién forma parte del equipo misionero de Solalinde, explicó que estos grupos son una forma de sensibilizar a la ciudadanía mexicana de que el migrante es una buena persona.
Unión Hidalgo es una comunidad zapoteca de unos 10 mil habitantes y, según datos del director municipal de Protección Civil, Ubicelio López, se contabilizaron 890 casas colapsadas con pérdida total, mientras 3 mil 150 viviendas tuvieron daños.