Érika Hernández/
Agencia Reforma
Ciudad de México— Rumbo a la sucesión presidencial, México no se encontraba en una encrucijada tan decisiva y determinante como en la actual, afirmó el presidente Enrique Peña Nieto.
“La disyuntiva es muy clara: seguir construyendo para hacer de México una de las potencias mundiales del siglo 21 o ceder a un modelo del pasado que ya ha fracasado”, dijo.
“El futuro es incierto, pero sabemos a dónde queremos llegar. El pasado es conocido y por eso sabemos qué queremos o debemos evitar”, así fue como cerró el presidente su mensaje por su Informe de Gobierno, lo que motivó el aplauso unísono de cientos de invitados.
Luego de resumir sus logros, en su discurso político, el mandatario afirmó que el 1 de julio del 2018, México celebrará elecciones para renovar la Presidencia, el Congreso y Estados, y será un espacio en el que los ciudadanos verán una discusión y la confrontación de ideas y proyectos.
Los ciudadanos, apuntó, exigen continuar en la ruta de la renovación y el cambio, por lo que su Gobierno, aseguró, seguirá trabajando para ofrecer mejores resultados.
“Hacer política implica no convertir las diferencias en divisiones, hacer política exige no confundir a los rivales con enemigos, hacer política implica sumar a todos en favor del interés general”, dijo sin mencionar nombres, pero nuevamente los asistentes le aplaudieron.
“No hay que olvidar que la política es la única vía para concretar cambios positivos y duraderos en la vida de las sociedades, por ello, la política debe reivindicarse como un instrumento de transformación al servicio de la sociedad”.
Reconoció que el contexto internacional incierto seguirá poniendo a prueba la diplomacia y política comercial mexicana.
Peña aceptó que México no ha alcanzado los niveles de desarrollo y bienestar que los ciudadanos quisieran.
Sin embargo, apuntó, la nación está mejor que hace cinco años, y lo más importante, consideró, su Gobierno, junto con la sociedad y fuerzas políticas, sentó las bases para que en cinco años esté mejor.
También sostuvo que México podrá convertirse en un país plenamente desarrollado en dos décadas.
“Nuestro país tiene que seguir cambiando, tiene que seguir transformándose, pero el cambio positivo no ocurrirá por sí solo. Se requiere visión, voluntad y valor para hacer realidad un mejor futuro, se requiere esfuerzo de todos, ese el futuro se tiene que construir y proteger cada día, sobre todo cuando existen riegos visibles de retroceso”, añadió.
“Los mexicanos tenemos que mantener el compromiso con nuestro propio futuro, no hay soluciones fáciles a desafíos complejos, cualquier ruta requerirá del esfuerzo sostenido de toda la sociedad y sus instituciones”.
El presidente concluyó su mensaje agradeciendo el respaldo de los diversos sectores.