Reforma
2017-07-04
Puebla— El asesinato de nueve personas en Huehuetlán El Grande, Puebla, es resultado de un ajuste de cuentas entre huachicoleros, afirmó el jefe de la Oficina de la Gubernatura, Javier Lozano Alarcón.
Según la versión del funcionario, las bandas que se dedican a la ordeña de combustible en el llamado triángulo rojo comenzaron a emigrar a otros puntos de la entidad, en un diámetro de 100 kilómetros, y fue así como llegaron al Municipio de la Mixteca baja.
Lozano Alarcón agregó que la presencia del Ejército en Municipios como Acajete, Acatzingo, Huixcolotla, Quecholac y Palmar de Bravo, entre otros, provocó la pérdida de ingresos a las bandas criminales.
El también vocero del Gobierno de Antonio Gali Fayad, estimó que los criminales fueron a Huehuetlán El Grande en busca de nuevos ingresos por la venta del combustible robado.
"Lo que ocurrió en Huehuetlán El Grande no es otra cosa que el enfrentamiento entre estas bandas, el cobro de derecho de piso y la extorsión.
"El precio del combustible robado está aumentando su precio, ya está casi empatado con el precio en gasolineras y eso les está provocando poca liquidez", dijo.
"Ahí no es que exista el robo de combustible, sino que este grupo de extorsionadores extendieron (su presencia), van para allá para tratar ahí también hacer de las suyas como mafias como este cobro de derecho de piso absolutamente legal e inadmisible", pronunció Javier Lozano.
No obstante, refirió que alista una estrategia para incrementar el número de operativos y las zonas de coberturas, con la finalidad de frenar la expansión de las áreas de operación de los delincuentes.