Reforma
2017-05-28
Ciudad de México— Juan Crisóstomo Martínez participará por cuarta ocasión en unos comicios como funcionario de casilla en éste, su pueblo natal. Para el simulacro de la jornada electoral, en el que los habitantes repasan su labor en la elección, el campesino viste una playera de la selección mexicana de futbol y un sombrero de palma, que lo protege de un sol que eleva la temperatura a más de 30 grados centígrados.
Es el primer domingo de mayo y, a un mes de la jornada electoral, el hombre revisa cómo se arma la casilla de votación y cuáles son los pasos a seguir para recibir los votos de sus vecinos que elegirán al nuevo gobernador del Estado de México. Además de él, hay dos funcionarias más, Reyna y Griselda, de los siete que componen la mesa. Los tres ensayan en un espacio que sirve también como comedor comunitario, ubicado a 20 minutos de la presidencia municipal.
Los funcionarios de casilla reciben instrucciones de Yeni Gelista Ibarra, una de las 100 capacitadoras que trabajan en el distrito 36, que con 14 municipios sureños es quizá uno de los más complicados en el proceso electoral de la entidad, debido a la presencia de grupos criminales que, desde hace una década, controlan gran parte del territorio.
El centenar de capacitadores del INE comenzó a tocar puertas en las comunidades para agrupar a los funcionarios de casilla desde el 7 de febrero pasado.
Aunque el Instituto ha señalado que en el actual proceso no existen puntos rojos que requieran un trato especial, sus funcionarios en Tierra Caliente tomaron sus propias previsiones.
Sólo transitan de día, y se hacen acompañar de habitantes de algunas de las localidades para evitar correr riesgos.
Allan Vargas Argüelles, vocal de capacitación electoral y educación cívica de la junta distrital del INE en el distrito 36 federal, destaca que el organismo reunió a la totalidad de funcionarios que laborarán en sus 498 casillas y que el principal problema que tienen no es la inseguridad, sino la incredulidad de los posibles votantes.
Aun así, no descuida el tema de seguridad y sigue los protocolos que ellos mismos han generado.
"Naturalmente, hay que ver por la seguridad propia. Saber qué horarios, días y lugares son los más convenientes. Evitar circular por ciertos lugares o circular con gente conocida, para transitar libremente sin problemas. Entre otras cosas, acudir ante delegados, u otras personas que representan autoridad moral en las comunidades y que está familiarizada con algunos aspectos y fenómenos, como ese de la inseguridad", explica el funcionario en una comunidad del municipio de Sultepec, a hora y media de distancia de la cabecera distrital de Tejupilco.
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La Tierra Caliente es una región donde hacen frontera Michoacán, Guerrero y el Estado de México, conocida así -originalmente- por sus altas temperaturas. En los ocho municipios mexiquenses que pertenecen a la región, los brigadistas de los partidos políticos también lidian con la presencia de los grupos criminales que, en los últimos años, se han asentado en la zona.
De acuerdo con Ricardo Moreno Bastida, representante de Morena ante el Instituto Electoral del Estado de México, el ritmo de la campaña en esta región no es el mismo que en el resto del territorio mexiquense.
"Tenemos zonas de riesgo, sobre todo la zona sur del Estado de México, que son dominadas por el crimen organizado. El desarrollo de las campañas no es el óptimo. Siempre existen riesgos, existen amenazas", señala.
Bastida destaca, sin embargo, que sí han podido hacer campaña por su candidata, Delfina Gómez. Aunque siempre teniendo cuidado.
"Hay que actuar con mucha cautela y hay que realizar nuestras actividades prácticamente en un ambiente de vigilancia permanente del crimen organizado. Tratamos de evitar cualquier tipo de confrontación, ésa es la indicación que hemos dado a nuestros simpatizantes y militantes, a nuestros brigadistas, a efecto de evitar cualquier hecho que podamos lamentar", comenta.
La diputada perredista Elida Castelán, originaria del municipio de Amatepec, señala que el clima de inseguridad no es exclusivo del sur del Estado de México, sino de todo el país, pero admite que aquí genera un impacto negativo en la población.
"No puedo decir que no estamos con temores y demás, como suele darse por las últimas situaciones que se han estado viviendo de inseguridad. Siempre existe el temor, la incertidumbre, esa sensación de que pudiera darse algo. Pero hasta ahorita vamos muy bien, no hemos tenido ningún percance, hemos seguido trabajando, haciendo lo propio, nuestros birigadistas están haciendo lo propio y vamos caminando bien", señala.
Castelán forma parte de la llamada Fuerza Sur, junto con los alcaldes perredistas de los municipios Amatepec, Luvianos, San Simón, Tlatlaya y Zacazonapan, en los que su candidato, Juan Zepeda, realizó una gira entre el 11 y el 12 de mayo.
Cuidadosa de no mencionar al crimen organizado, la diputada admite que la seguridad en el sur mexiquense es un tema pendiente, que deberá resolver el próximo gobernador, gane quien gane la elección.
"La inseguridad es un tema que se le ha planteado al candidato, que de llegar pudiera prestar más atención en ese tema porque hace mucha falta, estar atentos en esta situación porque cada vez vemos que estamos más vulnerables en ese sentido, la ciudadanía en general. Quien sea que gane el 4 de junio, debe de prestar especial atención", declara.
Además, la perredista considera que deberán atenderse los grandes rezagos sociales que padecen los municipios de Tierra Caliente, que son detonantes de la inseguridad.
El distrito 36 está integrado por 14 municipios: Amatepec, Almoloya de Alquisiras, Coatepec Harinas, Luvianos, Otzoloapan, San Simón de Guerrero, Santo Tomás, Sultepec, Tejupilco, Temascaltepec, Texcaltitlán, Tlatlaya, Zacazonapan y Zacualpan.
Cinco de esos municipios -Sultepec, Luvianos, Zacualpan, Tlatlaya y Tejupilco- se encuentran entre los 10 con mayor porcentaje de pobreza extrema en todo el Estado de México.
Esas condiciones de precariedad generan que la región sea expulsora de migrantes desde hace décadas.
Luvianos, Coatepec Harinas, Tlatlaya, Sultepec y Amatepec son los municipios mexiquenses que más habitantes expulsaron en el último quinquenio hacia Estados Unidos.
En tanto, Tlatlaya, Amatepec y Luvianos son los tres municipios con el mayor porcentaje de familias que viven de las remesas que llegan de Estados Unidos.
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Los cuatro principales candidatos a la gubernatura del Estado de México han visitado la Tierra Caliente, pero ninguno se ha expresado abiertamente sobre la presencia de grupos criminales.
La realidad, sin embargo, se ha hecho evidente en algunos casos, como el 4 de febrero en Tlatlaya, después de un mitin de precampaña del equipo de Morena.
Al finalizar el mitin, el convoy de Delfina Gómez se topó de frente con una camioneta ocupada por siete jóvenes, algunos con el rostro cubierto, que portaban armas de alto poder, que transitaba libremente en la carretera (Reforma, 5 de febrero de 2017).
Desde finales de 2014, los municipios mexiquenses fueron incluidos en el Operativo Especial de Seguridad Tierra Caliente, junto con otros de Michoacán y Guerrero, lo que implicó la llegada de Fuerzas Federales.
En Tejupilco ya estaba asentado el Batallón 102 del Ejército Nacional, en el campo militar 22-D, inaugurado por el entonces gobernador Enrique Peña Nieto en mayo de 2010.
Algunos de esos elementos, sin embargo, fueron sometidos a proceso penal acusados de trabajar como informantes para La Familia Michoacana hasta enero de 2011.
Elementos de ese mismo batallón participaron en el fusilamiento de 22 civiles en 2014, en un poblado de Tlatlaya.
El campo militar 22-D está ubicado a unos minutos de la cabecera distrital de Tejupilco. Y en ese municipio, además de Luvianos, han incursionado las Bases de Operación Mixta, con elementos de la Marina, el Ejército y policías estatales y municipales.
Aunque la región parece estar en calma, la presencia del crimen suele hacerse evidente hacia afuera. El 7 de junio del año pasado, después de un deslave por la lluvia, fue hallado en un paraje de Luvianos una fosa clandestina con al menos seis cadáveres. La Procuraduría de Justicia estatal lo atribuyó al reacomodo de los líderes de la Familia Michoacana que controlan el territorio.
Poco después, el 16 de junio, desaparecieron en Tlatlaya dos auditores del Sistema de Administración Tributaria, que viajaban en una camioneta con placas de la Ciudad de México.
El 20 de octubre de 2016, fue asesinado Genaro González Hernández, octavo regidor perredista del municipio de Sultepec.
Y el 30 de noviembre fue ejecutado en Tejupilco el séptimo regidor del municipio de Amatepec, el priista César Ramírez Vargas.
Diez días después, fue arrestado en la Ciudad de México Rubén López Alcalá, alias El 16, señalado como autor del asesinato del regidor de Amatepec. De acuerdo con la información oficial, el detenido era responsable de comandar operaciones criminales para La Familia Michoacana en Tlatlaya y Tejupilco.
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Tejupilco se hizo famoso en diciembre de 1990, cuando una concentración del PRD, en la que se reclamaba por el fraude en las elecciones municipales de ese año, fue disuelta a balazos por policías, con un saldo de tres muertos.
Heberto Castillo y Andrés Manuel López Obrador fueron testigos del "Tejupilcazo", hace casi 27 años.
Desde entonces, la disputa PRI-PRD ha generado tensión cada vez que se eligen autoridades locales.
En 2015, en la más reciente elección municipal, cuatro de los 14 municipios del Distrito 36 vivieron conflictos postelectorales. Amatepec, Sultepec, Tejupilco y Zacazonapan tuvieron que esperar que el Tribunal Electoral del estado resolviera las impugnaciones para confirmar a sus nuevos alcaldes.
Pese a lo anterior, el priista Lino García Gama, actual alcalde de Tejupilco, asegura que en este proceso electoral existen todas las condiciones para que los resultados sean "armónicos".
El político reconoce que cada partido hace su labor de campaña, pero insiste que no existe nada preocupante ante los comicios. Ni siquiera la presencia de grupos criminales.
"Tejupilco es un municipio tranquilo. No hay una situación de esa naturaleza que pueda inhibir u obstaculizar el proceso, para nada. Las actividades se están desarrollando con toda normalidad en todo el municipio", afirma en entrevista.
El alcalde explica que en 2015, cuando él fue electo en medio de la polémica, el ambiente era mucho más ríspido que ahora. Finalmente, este 4 de junio sólo se votará por gobernador y no por alcaldes.
"Había un clima más tenso porque eran elecciones locales y municipales, que siempre son más apasionadas. Ahorita creo que impera más todavía la tranquilidad y la armonía", insiste.
La diputada electa por el distrito 36, la priista Ivette Bernal Casique, no respondió a la solicitud de entrevista.
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Un funcionario de casilla de Tejupilco, que prefiere omitir su nombre, asegura que la violencia disminuyó en la cabecera distrital si se compara con lo que pasaba años atrás.
"Aquí eran unas balaceras del demonio, la gente no quería salir, a las 5, 6 de la tarde ya se guardaba en su casa; ahora se matan entre ellos pero a la gente ya la respetan, ya puede salir uno con más confianza", dice.
El hombre de 40 años, como la mayoría de los habitantes, no menciona a los grupos criminales por nombres propios. Dice confiar en que, pese a los grupos que operan en la zona, la jornada electoral se pueda realizar sin problemas.
"Ya hacen treguas, se respetan, ya dejan que se hagan hasta las fiestas del pueblo, ya no hacen tanto lío. Antes sí, no respetaban, a cualquier día, cualquier hora se agarraban a balazos, golpeaban a la gente, la extorsionaban...
"Todavía no se acaba, pero yo creo que para las elecciones va a estar tranquilo... nos dicen estos muchachos capacitadores que van a mandar seguridad para que estén dando rondines y todo transcurra bien, porque si no sí está canijo, a uno sí le da miedo", admite.
El INE informó que la jornada electoral será vigilada por 18 mil elementos policiacos.
Mientras tanto, en Tierra Caliente los actores de esta elección prefieren no bajar la guardia.