Nacional

Retan ordeñadores a Fuerzas Armadas

Associated Press

2017-05-04

Ciudad de México— Hombres armados que utilizaron a residentes locales como escudos humanos abrieron fuego contra una patrulla del Ejército mexicano que investigaba el robo de combustible, lo que desató un enfrentamiento en el que murieron cuatro soldados y seis agresores, informó ayer el Ejército.
Las confrontaciones del miércoles en la noche en el estado central de Puebla representan un incremento en los conflictos recientes en los que ladrones de combustible han tomado control en gran medida de algunos pueblos en el así llamado “Triángulo Rojo” al este de la Ciudad de México.
La Secretaría de la Defensa Nacional dijo que los agresores ocultos detrás de un grupo de mujeres y niños mataron a dos soldados e hirieron a un tercero en el choque inicial.
“Ante este hecho, el personal militar decidió no responder la agresión, en virtud de que las mujeres y los menores fueron empleados como escudo por los agresores”, indicó la dependencia en un comunicado.
El Ejército solicitó refuerzos y fueron enviados unos 1,000 soldados y policías.
Horas más tarde, hombres armados volvieron a atacar a la patrulla con autos blindados y fusiles de alto poder, lo que dejó otros dos soldados muertos y nueve heridos. Tres de los agresores murieron en el enfrentamiento, en el que utilizaron cinco vehículos, tres de ellos blindados, detalló el ejército.
Autoridades del estado de Puebla dijeron posteriormente que otros tres hombres armados habían muerto.
Los indignados residentes de Palmarito instalaron barricadas ayer a manera de protesta por la intervención del Ejército, y exigieron la liberación de algunos de la decena de habitantes detenidos en los enfrentamientos.
El Ejército encuentra cada vez mayor resistencia civil a sus patrullajes en la lucha contra el tráfico de drogas. En meses recientes mujeres y niños intentaron impedir el paso de los soldados a los cultivos de amapola en el estado de Oaxaca, en el sur del país.
Pero es en el robo de oleoductos –cada año se presentan miles de casos de perforación ilegal a los oleoductos del gobierno– donde los habitantes locales han sido reclutados de manera masiva por grupos delictivos que a menudo distribuyen drogas, roban gasolina y diésel y realizan extorsiones y secuestros. En México son conocidos como “huachicoleros”, un término que se refiere a combustible ilegal o de menor calidad vendido desde recipientes de plástico a la orilla de los caminos.
Aunque la paraestatal Pemex ya no difunde las cifras oficiales, se detectaron 5,574 robos a oleoductos en 2015. Según algunos cálculos recientes, le cuestan a la compañía unos 1,500 millones de dólares al año en producción perdida.
Algunos pobladores de localidades de Puebla y de otros estados han basado en gran medida su economía en el combustible robado, y en ocasiones recolectan la gasolina y el diesel en baldes cuando una perforación ilegal a un oleoducto genera una fuga que se sale de control.

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