José Pérez Espino/
El Diario
Ciudad de México— Los grupos locales del crimen organizado, en Chihuahua y en el país, representan el mayor desafío para las autoridades en su lucha contra el narcotráfico, por lo que es necesario revisar la estrategia para abatir la violencia, de acuerdo con un informe de la Oficina de las Naciones Unidas (ONU) contra las Drogas y el Delito.
Las acciones de la llamada “guerra contra el narco” implementadas en los dos últimos sexenios lograron debilitar a cinco de los nueve principales grupos criminales, incluyendo al de los Carrillo Fuentes o Cártel de Juárez, según el documento.
“Sin dejar de reconocer que los grandes cárteles de las drogas siguen representando una seria amenaza –indica el reporte–, son probablemente los nuevos grupos criminales locales los que constituyen el mayor desafío para la estrategia de seguridad del presidente (Enrique Peña Nieto)”.
Son un riesgo “para sus ambiciosas reformas económicas, políticas y sociales, habida cuenta de la naturaleza depredadora y violenta de estos nuevos actores criminales y su capacidad de infiltrar, controlar y eventualmente reemplazar a las instituciones locales”, afirma.
Agrega que “la presencia y el desarrollo de estos nuevos grupos criminales y su capacidad para interactuar con los agentes institucionales, políticos, económicos y sociales locales precisan una revisión de las herramientas y de las estrategias de lucha tanto institucionales como por parte de la sociedad civil”.
Las conclusiones forman parte del informe “¿Mafias en México?”, elaborado por Luigi Mazzitelli, jefe de la Oficina de la ONU contra las Drogas y el Delito en México.
El análisis está incluido en el “Atlas de la Seguridad y la Defensa de México 2016”, editado por el Colectivo de Análisis de la Seguridad con Democracia (Casede) y el Instituto Belisario Domínguez de la Cámara de Senadores, el cual se presentará en los próximos días en la capital del país.
En el estado de Chihuahua operan La Línea y Los Aztecas, asociados con el cártel de los Carrillo Fuentes, así como Los Mexicles, Los Artistas Asesinos, Gente Nueva y Los Cabrera, vinculados con el de Sinaloa, asegura el funcionario de las Naciones Unidas.
Mazzitelli dice que también fueron debilitadas las estructuras de los Arellano Félix, la Familia Michoacana, Caballeros Templarios y Los Zetas son los debilitados, de acuerdo con el reporte.
En la investigación otorga un estatus de “estable” a los cárteles de Sinaloa o del Pacífico, Beltrán Leyva y del Golfo.
Al grupo criminal identificado por las autoridades como Jalisco Nueva Generación, el autor le concede un grado de “fuerte”, con presencia en Jalisco, Colima, Michoacán, Guanajuato, Morelos, Nayarit, Guerrero y Veracruz.
Sin embargo, indica el jefe de la Oficina de la ONU en México, los resultados “han sido empañados por la combinación de una serie de acontecimientos negativos de gran trascendencia pública y la persistencia de situaciones localizadas de inseguridad y de altas tasas de violencia”.
Esos hechos “pusieron en cuestión no sólo los avances obtenidos sino también la capacidad misma del gobierno para avanzar hacia la construcción de un Estado de derecho democrático en donde la inseguridad y la violencia fuesen la excepción y no la regla”, señala.