Nacional

Azotan a Guerrero células del crimen

Reforma

2017-04-02

Ciudad de México– El brote de células criminales ha multiplicado los asesinatos en Guerrero.

De diciembre de 2006 a enero de 2011, en el sexenio de Felipe Calderón, en esa entidad se reportaron 4 mil 904 carpetas de investigación por homicidio doloso.

Entre diciembre de 2012 y enero pasado esa cifra se disparó en 66 por ciento, al registrar 8 mil 148 casos ante la Fiscalía del Estado, aún con las diversas estrategias del Gobierno federal para frenar la violencia en Guerrero.

De las tres organizaciones asentadas en Guerrero hasta el sexenio pasado, ahora hay una veintena operando por el control de territorios en esa entidad.

Se trata del Estado con la mayor presencia de mini-organizaciones violentas, apéndices o escisiones de grandes grupos de la delincuencia organizada, que buscan su propia hegemonía.

Datos militares, de la PGR y de la Policía Federal establecen que en Guerrero existen por lo menos 20 células del crimen organizado que han brotado, en su mayoría, de 2014 a la fecha.

La confrontación entre éstas arrojó un promedio de 5.3 muertos día desde diciembre de 2012 a enero pasado.

Sólo en los primeros 65 días de 2017, en Guerrero han ocurrido 378 homicidios, un promedio de seis al día.

El pasado viernes, individuos armados asesinaron a tiros al jefe de operaciones Antisecuestros de la Policía Ministerial Estatal, Pedro Omar "N", cuando se encontraba esperando una grúa que iba a remolcar su camioneta en la avenida Farallón, a una cuadra de la Costera Miguel Alemán.

El 9 de marzo, cinco personas asesinadas y calcinadas en el interior de un automóvil fueron encontradas en las inmediaciones de la comunidad de Tlapizaco, del Municipio de Chilapa.

Un día después, un enfrentamiento entre dos grupos armados dejó una persona muerta en el balneario de Zihuatanejo, lo que causó terror en una escuela Preparatoria.

El narcomenudeo en puntos turísticos de Acapulco, Ixtapa-Zihuatanejo y Taxco, la producción de amapola en la sierra, cobros de piso, la extorsión a municipios, el secuestro y las rutas a estados circunvecinos para tráfico de heroína y cocaína son la principal mina de oro para la delincuencia, de acuerdo con información de la PGR y de la Policía Federal.

Los grupos que pelean el Estado son en su mayoría escisiones o apéndices de organizaciones como los Beltrán Leyva, La Familia Michoacana, Los Caballeros Templarios y de los cárteles de Jalisco y Sinaloa.

La PGR identificó células como Cártel de la Sierra, Los Tequileros, Los Jefes, La Nueva Familia Michoacana, Los Espartanos, Los Nilos, Nueva Sangre Guerrerense, Guardia Guerrerense, Los Templarios, Los Rojos, Los Ardillos, Los Granados, La Barredora, Los Guerreros, La Nuevo Empresa, el Cártel Independiente de Acapulco y Pueblos Liberados.

Apenas el lunes, el vocero del Grupo de Coordinación Guerrero, Roberto Álvarez Heredia, dio a conocer la llegada de un nuevo grupo delictivo autodenominado Gente Nueva, en Chilapa.

Además figuran otras seis minicélulas en la zona serrana derivadas de las anteriores que disputan el mando a sus jefes.

Hasta 2015, la Sedena y la Marina habían detectado la operación de seis células de igual número de cárteles.

Según mandos de las fuerzas armadas, la incursión de Sinaloa, el CJNG, y la fractura en los Beltrán Leyva y la Familia Michoacana atomizaron la violencia.

 
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