Agencia Reforma
2017-02-21
Monterrey— Los escándalos que ha protagonizado el procurador de Nuevo León, Roberto Flores, terminaron por costarle el puesto.
Desde antes de iniciar su gestión, en octubre de 2015, y hasta ahora ha sido señalado por portación de arma de fuego de uso exclusivo del Ejército, por haber sido fichado en Las Vegas por deudas de juego, porque agentes bajo su mando habrían manipulado carpetas de investigación y por tener trabajando en el Estado a varios de sus familiares.
Flores presentó ayer su renuncia, en una carta, al gobernador Jaime Rodríguez.
“Dada la enorme amistad y confianza que Jaime Rodríguez Calderón ha tenido para con mi persona por más de 25 años, y toda vez que observo que es muy desgastante la situación que prevalece, he decidido presentar mi renuncia”, escribió.
La carta fue divulgada por el Gobierno a las 12:23 horas, mientras el gobernador estaba en un evento en el Municipio de Zuazua.
Entrevistado 15 minutos después, el mandatario dijo que aceptó la renuncia, pero le pidió a Flores una semana para definir a un sustituto.
“Él ha privilegiado el que no sigamos teniendo cuestionamientos, que son simples, pero que él, en sentido quizás de solidaridad conmigo, me ha pedido retirarse”, dijo “El Bronco”.
Reconoció que se cometió un error al tener familiares de funcionarios de su administración dentro de la nómina estatal, aún y cuando en algunos casos no se infringe la ley.