Associated Press
2017-02-16Ciudad de México— Hace 15 años que la mexicana Ligia Ceballos Franco empezó a temer que su nombre también fuera Diana Ortiz Ramírez y su vida dio un vuelco.
“Soy un posible bebé robado del franquismo” afirmó. “Diana y Lily –las dos identidades de la misma persona– lo que reclaman en este proceso es justicia”.
Ceballos y Amnistía Internacional presentaron el jueves en México una denuncia ante la Procuraduría General de la República por su supuesto robo cuando era una recién nacida.
Aparentemente esto ocurrió en 1968 con el consentimiento de las autoridades españolas del momento y la asistencia del arzobispado de la ciudad de Mérida, en Yucatán, y de Madrid.
El objetivo de esta denuncia es saber si, cómo sospecha esta mexicana, al nacer la separaron de su madre, la llevaron a una sala apartada de incubadoras, le dijeron a sus padres biológicos que había muerto y la entregaron a sus padres adoptivos, una familia acomodada de Yucatán que la recogió en Madrid para llevársela a México y que aparentemente tramitó la adopción a través de las autoridades de la Iglesia Católica en Mérida.
The Associated Press intentó contactar con la arquidiócesis de Yucatán pero no tuvo respuesta inmediata.
Ya en México, nunca concluyeron el trámite de adopción. “La orden fue: quemen todo e inscríbanla como hija biológica”, dijo Ceballos, según lo que le comentaron sus padres adoptivos, ambos ya fallecidos.
Sin embargo, la existencia de dos partidas de nacimiento con nombres distintos –que corresponden a la misma persona– y una carta de la diputación de Madrid en la que consta que hacen entrega del bebé a la pareja mexicana son las principales pruebas que avalan su caso.
Tania Reneaum, directora de Amnistía Internacional México, explicó ayer en conferencia de prensa que confían en que la denuncia prospere ante la fiscalía mexicana porque se ha presentado como un delito de desaparición forzada, que no prescribe, y que incluye la sustitución de la identidad porque la afectada es una ciudadana mexicana.
La idea, agregó Reneaum, es que se abra una investigación en México y que este caso “pueda marcar un procedente en la concepción jurídica de la búsqueda de la verdad”.
De acuerdo con datos de Amnistía, en España hubo cerca de 30 mil bebés robados durante un periodo que aproximadamente abarca el franquismo y el inicio de la democracia.
De ellos 2 mil 083 casos fueron denunciados pero ninguno llegó a juicio, lo que según el director de la organización en España, Esteban Beltrán, muestra que la tónica para tratar los crímenes del franquismo en España es de “impunidad absoluta”.
Sólo existe el precedente de un caso que haya prosperado, continuó Beltrán, y está en la justicia argentina pero se paralizó porque los jueces de ese país pidieron la extradición de un ginecólogo español presuntamente involucrado en el robo de bebés y España no la ha concedido.