Reforma
2016-10-22
Ciudad de México– Para evitar que el país entero se convierta en una gran fosa, el Gobierno mexicano debe atender la crisis de derechos humanos y desapariciones forzadas, demandó el activista y ex secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, Emilio Álvarez Icaza.
“México no puede ser una gran fosa, México no puede ser una caverna profunda donde el clamor de las víctimas no tenga respuesta”, aseveró.
“México no puede ser el país aquel donde las desapariciones sean normales y las madres de los desaparecidos no tengan un eco de solidaridad y justicia, eso no es aceptable”, agregó.
El activista lamentó que, por el contrario, desde febrero de 2015 a la fecha, el gobierno federal se ha peleado, ha bloqueado o ha tenido desencuentros con 16 organismos internacionales defensores de derechos humanos.
Entre ellos, mencionó al Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), que sufrió una campaña de descrédito a causa de sus investigaciones sobre la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa o la misma CIDH, que fue objeto de demandas por parte del Gobierno mexicano.