El Universal
2016-10-18
Ciudad de México— Ni justicieros ni vecinos que se defendieron de los delincuentes, sino integrantes de un mismo cártel que resolvieron disputas internas, de eso se trató el caso de las seis personas a las que les cortaron las manos en Tlaquepaque como escarmiento, señaló el fiscal de Jalisco, Eduardo Almaguer Ramírez.
Explicó que por estos hechos, en los que también fue asesinado un hombre, se logró la detención de un hombre y una mujer. La captura, dijo, se realizó después de que algunas víctimas proporcionaron pistas que llevaron a la ubicación de una casa de seguridad en Tlaquepaque, donde supuestamente fueron retenidas y mutiladas.
El lunes la policía local de Tlaquepaque recibió un reporte sobre varios cuerpos mutilados en la colonia Solidaridad y tras acudir al lugar encontraron a un muerto y a cinco hombres y una mujer con las manos cercenadas; todos tenían leyendas en el cuerpo que los señalaban como ladrones.
Junto al cuerpo del sujeto se encontró una cartulina que advertía que se trataba de un escarmiento por no respetar a las mujeres, a los menores y por ser ladrones; los responsables de las mutilaciones se identificaron como el “grupo élite antiratas” (sic.).
Almaguer comentó que tras las primeras diligencias se logró determinar que las víctimas pertenecen a una célula del Cártel de Jalisco Nueva Generación que aparentemente tuvo conflictos con otro grupo de la misma organización delictiva.
Según la Fiscalía, el fallecido, identificado como Rafael “N”, de 39 años, era el líder de este grupo, que supuestamente no pagó cierta cantidad de dinero para cubrir la cuota por la droga que distribuyen y por ello las víctimas fueron mutiladas.
El fiscal confirmó que tanto la persona muerta como sus cómplices –identificados como Araceli “N”, Rigoberto “N”, Cristofer “N”, Osvaldo “N”, José Luis “N” e Ismael “N”– cuentan con antecedentes penales por robo, asalto y narcomenudeo.