Agencias
2016-09-26Ciudad de México— Al grito de “¡Vivos los queremos!”, varios miles de personas se manifestaron ayer en la Ciudad de México al cumplirse dos años de la desaparición y presumible masacre de 43 estudiantes de la escuela normal de Ayotzinapa, en Guerrero.
Con padres, familiares y abogados de los jóvenes a la vanguardia, la multitud se concentró en el concurrido Paseo de la Reforma para culminar en el Zócalo de la capital, donde realizaron un mitin.
“Hace dos años como a esta hora nuestros hijos todavía estaban a salvo, todavía no sabían lo que este pinche gobierno les iba a hacer. Tienen que estar vivos”, clamó durante el mitin, con lágrimas en los ojos, Epifanio Alvarez, padre de Jorge, uno de los jóvenes desaparecidos.
Las palabras de este hombre y de otros de los padres arrancaron lágrimas en los manifestantes, fueran jóvenes, niños o adultos mayores.
Hace dos años, los 43 estudiantes se dirigieron a la localidad de Iguala, Guerrero para hacerse con autobuses que pretendían usar para sus movilizaciones políticas, pero fueron atacados por policías locales corruptos que los entregaron al cártel Guerreros Unidos.
La fiscalía se aferró a una tesis, a la que presentó como la “verdad histórica”, según la cual narcotraficantes habrían asesinado a los jóvenes para después incinerar sus cuerpos en el basurero de la cercana comunidad de Cocula y arrojarlos a un río de la zona.
Pero un grupo de expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que participó en las pesquisas cuestionó esta versión y ahora la fiscalía general ha abierto otras líneas de investigación para buscar a los jóvenes en otros puntos de la zona donde desaparecieron.
Desde Colombia, donde realiza una visita, el presidente Enrique Peña Nieto se comprometió a ampliar la investigación hasta “las últimas consecuencias” para que “se dé con los responsables”, así sean policías o autoridades.
Reclamos al gobierno
Margarito Ramírez, padre de Carlos, otro de los jóvenes desaparecidos, también lanzó reclamos al gobierno mientras marchaba con la imagen de su hijo –que ahora tendría 20 años– ya maltratada de llevarla a tantas manifestaciones.
“Este maldito gobierno que pues hasta esta fecha, a dos años, nos lleva a puros engaños, puras vueltas pa’llá y pa’cá, reuniones y no resuelve nada”, dijo.
En la manifestación, como ya es habitual en las concentraciones, se contó del uno al 43 mientras se alzaban por lo alto imágenes de los jóvenes desaparecidos.
Abundaron pancartas con consignas antigubernamentales como “¡Fue el Estado!”, mientras una mujer vestida de soldado enarbolaba una bandera mexicana con manchas rojas simulando sangre.