Agencias
2016-09-01
Ciudad de México— El presidente mexicano Enrique Peña Nieto recibió ayer en Los Pinos al candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, quien ha arremetido contra los migrantes y tachado a los mexicanos de violadores y criminales desde que arrancó su campaña electoral.
La visita del magnate, que obedeció a una invitación de Peña, generó la indignación de los mexicanos. Tanto políticos e intelectuales como de usuarios de redes sociales, calificaron el encuentro como un “error histórico”.
Durante la reunión, Trump reiteró su advertencia de construir un muro en la frontera con México para frenar la inmigración ilegal. Dijo que había hablado con Peña Nieto sobre el tema, pero no sobre quién pagaría su construcción.
Horas después, cuando el estadounidense ya había abandonado México, Peña Nieto emitió un tuit con una precisión: “Al inicio de la conversación con Donald Trump dejé claro que México no pagará por el muro”.
No obstante, en su discurso más tarde en Phoenix, Arizona, para presentar su programa migratorio, Trump cambió la versión.
“México pagará por el muro. Cien por ciento. No lo saben todavía pero ellos van a pagar por él”, afirmó el magnate.
Por la noche, en entrevista con Denise Maerker para Televisa, Peña Nieto dijo que “el pueblo de México se sintió agraviado por varios de sus pronunciamientos”.
Y a pregunta expresa de la periodista en el noticiario “10 en Punto” sobre si Trump es un riesgo, Peña Nieto respondió que son los posicionamientos del republicano los que son un riesgo para el futuro del país.
“Yo estoy convencido de que los problemas, amenazas y riesgos hacia México hay que encararlos, hay que enfrentarlos”, dijo. “Hay que encarar lo que pueda representar un riesgo para los mexicanos y para el país”.
Durante la reunión en Los Pinos, el presidente mexicano, sin mencionar específicamente las observaciones del candidato, dijo que se habían hecho comentarios hirientes: “Los mexicanos en Estados Unidos son gente honesta, trabajadora, que respeta a la familia, la vida en comunidad y la ley. Los mexicanos merecen el respeto de todos”.
Pero el mandatario estuvo muy lejos de regañar a Trump en público. En ningún momento logró lo que más quería la población: exigir que se disculpara. Por el contrario, se mostró optimista ante la idea de trabajar con él si ganaba la presidencia.
La reacción en México fue veloz. Después de la sorpresa y la incredulidad que generó la noticia de la reunión, llegó la decepción tras lo que varios consideraron un débil desempeño frente al candidato presidencial republicano.
Verlo plasmado en televisión desencadenó una oleada de burlas contra Peña Nieto, que registra un índice de popularidad en mínimos históricos y pareció sumirse en un foso tras recibir formalmente a Donald Trump, quizá el hombre más detestado de México. (The New Tork Times, Associated Press y AFP)