Nacional

Vive México en la bioera

Norma Zuñiga/
Agencia Reforma

2016-05-20

Ciudad de México— Los medicamentos biotecnológicos ya son el presente en la industria farmacéutica mundial, y México ya está inmerso en la competencia.
Ante la pérdida de patentes los laboratorios farmacéuticos han optado por desarrollar medicamentos innovadores y especializados a través de esta rama, la cual a través de la tecnología utiliza sistemas biológicos y organismos vivos, o sus derivados.
Un biofármaco es aquel producto que posee una sustancia activa de origen biológico o biotecnológico, por ejemplo, la insulina humana.
“Los fármacos de origen biológico pueden provenir de microorganismos, órganos y tejidos de origen animal o vegetal, células o fluidos de origen humano o animal; entre otros”, detalla un estudio realizado por ProMéxico.
Cristóbal Thompson, director ejecutivo de la Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica (AMIIF), reconoció que la biotecnología es un avance fundamental en la ciencia, principalmente para padecimientos crónico degenerativos, como la diabetes.
“México está recibiendo una cantidad de registros y productos para ser aprobados, no tengo la cifra exacta, pero cada vez es mayor el porcentaje de productos aprobados que son biotecnológicos”, señaló.
El 35 por ciento de las solicitudes de nuevos registros de sustancias innovadoras que recibe la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) corresponden a moléculas derivadas de procesos biotecnológicos.
De acuerdo con el órgano regulador éstas se relacionan sobre todo con el tratamiento del cáncer y enfermedades reumatológicas y neurológicas.
Thompson resaltó que con la entrada en vigor de la NOM-257, la cual establece los requisitos para este tipo de productos, trajo mayor certidumbre para la industria y la posible llegada de más inversiones.
Ahora lo que falta es que estas innovaciones biotecnológicas, mencionó, logren llegar a las instituciones de salud públicas del país.
“Falta el siguiente paso, que haya una mayor apertura a innovación farmacéutica, sobre todo en moléculas de biotecnología, en esa área estamos trabajando”, señaló.
En la medida en que crezca el acceso a productos biotecnológicos en instituciones de salud crecerá el consumo de estos productos en el país, consideró.
Según datos de ProMéxico, en los últimos años México ha atraído la llegada de empresas relacionadas con el rubro de la biotecnología farmacéutica como Amgen, la cual anunció que entre 2011 y 2016 invertiría más de 100 millones de dólares en  el país en recursos humanos especializados y transferencia de tecnología.
Sin embargo, también hay compañías nacionales como Landsteiner y Probiomed que apuestan a desarrollar fármacos biotecnológicos, sean innovadores o biocomparables.
Guillermo Carrasco, profesor investigador de la Escuela de Negocios del ITESM, añadió que en el País hay una fuerte tradición de investigación biotecnológica de casi medio siglo –principalmente en la UNAM–, lo que se traduce en personal preparado.
Resaltó que falta mayor vinculación de la industria con la academia para que puedan detonar innovaciones tecnológicas con impacto en el mercado.
“La perspectiva de mercado actualmente es baja y el mercado biotecnológico farmacéutico en México está orientado básicamente a vacunas”, dijo.
A nivel mundial, indicó, México está convirtiendo con países como la India e Israel para atraer inversiones en el ramo de la biotecnología.
Otros países como Brasil incluso ofrecen incentivos para que laboratorios farmacéuticos desarrollen medicamentos biotecnológicos.
Una vez que venzan las patentes, explicó el investigador, llegarán más biocomparables al mercado mexicano.
No obstante, apuntó que todavía no se sabe cuánto tiempo lograrán alargarse éstas una vez que entre en vigor el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés).

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