Nacional

Escapa Trino de secuestro en Jalisco

Reforma

2015-07-07

Guadalajara— "¡Te voy a matar si no te subes al auto!"
La voz autoritaria proviene de un hombre armado que con una pistola apunta la sien de Trino Camacho, el monero, creador de las Fábulas de Policías y Ladrones, que el jueves 11 de junio fue una víctima más de la inseguridad en Jalisco.
Horas antes, la tormenta de esa noche había creado un caos en todo Guadalajara, principalmente en la zona del Auditorio Telmex, donde se cayó un toldo en un evento privado que se realizó en su exterior. Por eso tardó más en salir del área de Belenes —en la que se encontraba— rumbo a Chapala.
En la carretera, a la altura de Ixtlahuacán de los Membrillos, entre Buena Vista y Agua Escondida, unos sujetos en un sedán, al percatarse que iba solo e intercambiar miradas, decidieron seguirlo.
Pronto fue interceptado, se dio cuenta de la situación de riesgo cuando vio que descendían hombres armados, así que Camacho bajó por su propio pie para entregarles el auto, pero ellos querían llevárselo a él.
"Yo no quería subirme, sabía que si lo hacía jamás volvería a ver a mi familia, así que me resistí lo más que pude y él se desesperó tanto que acabó golpeándome con la cacha en la cara", narra el artista.
Cayó en plena carretera y esa fue su oportunidad para fingir que se había desmayado mientras ganaba tiempo para pensar cómo salir del intento de secuestro.
"Me la jugué, pues bien pudieron haberme rematado mientras estaba tirado, pero ellos querían llevarme. Los hombres intentaron arrastrarme hasta el auto que estaba a unos cuántos metros, yo me hice el pesado y afortunadamente pasó un auto y les echó las altas y les pitó, esa fue mi oportunidad para salir corriendo campo adentro", recuerda.
Trino corrió aproximadamente un kilómetro adentro de la maleza hasta perderlos y encontrarse con un velador cerca del fraccionamiento Buena Vista, donde providencialmente iba pasando una patrulla y una ambulancia.
Los sujetos no se llevaron el auto, que quedó varado sobre la carretera, sólo una mochila con pertenencias como iPad y celular, además de documentos oficiales. Sufrió lesiones menores en la espalda, algunos moretones productos de las patadas y el cachazo que le dieron, además del shock emocional por lo vivido; en la oscuridad del sitio, no alcanzó a identificarles el rostro.
"He tenido que ir al psiquiatra, me dio un ataque de nervios a raíz de eso, me entró paranoia; ahora mismo estoy empastillado y así será por unos días más. No recomiendo a nadie que viaje de noche por esa zona, pues resulta que mi caso no es el único", señala.
El monero, de 53 años, hizo la denuncia correspondiente ante las autoridades, pues sabe que pudo haber tenido terribles consecuencias.
"Lamentablemente estas cosas pasan seguido y ahora me tocó a mi. Ya estamos tomando las precauciones correspondientes, tanto yo como mi familia. Sin duda estas cosas te marcan, pero no dejaré que afecten mi vida ni mi sentido del humor".

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