Reforma
2015-07-05
Chilpancingo— Con un llamado a que las organizaciones sociales de todo el país se sumen a las movilizaciones para exigir justicia en el caso Ayotzinapa, concluyó en Iguala la tercera Convención Nacional Popular.
Decenas de asociaciones ciudadanas de todas las entidades se presentaron en las instalaciones de la Normal Rural de Ayotzinapa para participar en el encuentro, que se realizó desde el viernes y concluyó este domingo.
La organización del Centro de Derechos Humanos "José María Morelos y Pavón", la cual forma parte de la Convención, señaló que en este encuentro se instalaron tres mesas de trabajo.
En la mesa 1, con el tema "Avance en la construcción del referente nacional, estructura y formas de organización", se aprobó tomar en consideración la constitución de un Partido Político Revolucionario.
En el plan de acción aprobado durante la reunión se acordó que en las movilizaciones que se realicen se exija la libertad de los 25 presos políticos detenidos por la Policía Federal (PF) el 7 de junio, día de la jornada electoral, en Oaxaca.
Otro de los resolutivos aprobados fue que las acciones de protesta para lograr la presentación con vida de los 43 estudiantes desaparecidos, desde este mes hasta diciembre, deben ser contundentes.
"Es de particular importancia, por su significación y simbolismo, el 26 de septiembre del 2015, aniversario de la represión y desaparición en Iguala, en el que estamos obligados a reproducir y superar las acciones llevadas a cabo hasta ahora, a ser más contundentes, a organizar y a coordinar toda la actividad internacional, nacional y local", dice el acuerdo.
La asamblea también convino en exigir el esclarecimiento de los asesinatos del profesor Claudio Castillo y del estudiante Antonio Vivar.
La declaración política leída al concluir la Convención señala que la realización de las elecciones bajo las condiciones de guerra en el País profundizó la crisis de legitimidad del Gobierno de Enrique Peña Nieto.
El sistema de partidos, indica la proclama, cayó el el descrédito total, y la baja participación de los electores demuestra que los candidatos beneficiados por la farsa electoral no representan la voluntad ni las aspiraciones del pueblo.