Nacional

Descuentan faltas a maestros hasta… ¡2 meses después!

Sonia del Valle/
Agencia Reforma

2015-07-05

Distrito Federal— En México, el manejo de la nómina magisterial es tal que los descuentos a los maestros faltistas tardan en ser reflejados en su recibo ¡hasta dos meses!
Las asistencias y faltas de los profesores se registran a mano en un libro todos los días. Cada director tiene entre sus funciones revisar ese libro de asistencias.
Sin embargo, es hasta fin de mes cuando el director hace un reporte al respecto en computadora y se lo entrega al supervisor escolar, quien atiende entre 20 y 70 planteles.
De ahí, todavía pasa por dos manos más: el jefe de sector, a quien el supervisor le entrega su informe, y el director de personal, quien finalmente registra las asistencias y faltas en el sistema de gestión escolar.
Este largo camino burocrático se realiza no sólo a mano, sino que la entrega física de los oficios correspondientes también debe hacerse en persona, pues requiere de la firma de recibido del superior jerárquico y el sello.
Los supervisores se trasladan con sus propios recursos a las escuelas y, en ocasiones, sólo pueden asistir a los planteles una vez al mes, pues ésta es sólo una de las decenas de actividades administrativas que les exige el sistema.
José Ángel Pescador, ex Secretario de Educación Pública, aseguró que desde que él fue director de primaria en 1965, la asistencia de los maestros se registra a mano en un cuaderno.
“Todo se hacía a mano, desde la asistencia de los alumnos, los reportes a la autoridad educativa, hasta las inasistencias de los maestros.
“El registro se llevaba a mano, se hacía en cuadernos, y luego las inasistencias se vaciaban a los oficios a mano porque no había computadoras”, expresó.
En la actualidad, algunos tramos del proceso se hacen en computadora.
Este largo camino burocrático abre la puerta a darles la vuelta a las faltas, aseveraron a Reforma directores, supervisores y maestros.
“Si un director te quiere ayudar, no registra la falta”, afirmó la profesora Magdalena.
Un director contó que, cuando un docente falta, busca entender las razones de dicha ausencia.
“Muchas veces nos avisan que no podrán asistir a la escuela, y uno conoce al maestro: si verdaderamente sabemos que es muy trabajador, pues, se la perdonamos; si no, pues, sí le contamos la falta”.

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