Reforma
2015-06-29
Distrito Federal— Como tolerante y diversa calificó el rey de España, Felipe VI, a la Ciudad de México, al recibir él y su esposa, la reina Letizia Ortiz, el nombramiento de huéspedes distinguidos.
En una ceremonia solemne en el Salón de Cabildos del Antiguo Palacio del Ayuntamiento, en el Zócalo capitalino, los reyes españoles recibieron de manos del jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, la llave y el pergamino de la ciudad.
"Esta distinción es para nosotros una invitación a convertirnos en chilangos y formar parte de la apasionante aventura cotidiana, que es sentirse ciudadanos de una de las ciudades más bellas y fascinantes del mundo", expresó Felipe VI.
"Ciudad de México tolerante y diversa, una de las ciudades más innovadoras en el mundo, ejemplo de políticas antidiscriminatorias, de igualdad y de desarrollo e integración social".
El acto protocolario se llevó a cabo en medio de un fuerte dispositivo de seguridad, tanto al exterior del Antiguo Palacio del Ayuntamiento, para lo cual el Zócalo fue resguardado por elementos del Estado Mayor Presidencial.
Al interior del inmueble sólo reporteros gráficos tuvieron acceso al Salón de Cabildos.
Durante su discurso, el rey destacó el intercambio histórico, cultural, artístico y académico que ambas naciones han consolidado durante generaciones.
Pero al mismo tiempo reconoció los retos en que las grandes metrópolis deben trabajar conjuntamente para hallar soluciones, como la movilidad, la vivienda, el urbanismo, la preservación del medio ambiente, la salud, la gestión del agua y los residuos sólidos.
En su momento, Mancera reconoció el esquema español de rendición de cuentas, y presumió que en ese aspecto la Ciudad de México también está a la vanguardia.
"En la Ciudad de México también contamos con una sociedad moderna sus majestades, con una sociedad dinámica", enfatizó Mancera.
"En consecuencia, nos hemos trazado el objetivo de hacer de esta Capital una ciudad abierta, inteligente, flexible, que rinde cuentas y que fortalece día a día la acción de Gobierno".
La ceremonia comenzó puntual a las 12:00 horas y duró alrededor de 30 minutos, después de los cuales, Mancera y el presidente de la Comisión de Gobierno en la Asamblea Legislativa, Manuel Granados, acompañaron a los Reyes de España hasta que abordaron su vehículo sobre la Plaza de la Constitución, donde fueron fotografiados por decenas de transeúntes.