Juan Carlos G. Partida/
La Jornada
Distrito Federal— La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) comenzó indagatorias luego de admitir una queja presentada por familiares de desaparecidos el primero de mayo pasado en el municipio de Villa Purificación, tras los enfrentamientos que efectivos militares y miembros del cártel Jalisco Nueva Generación sostuvieron ese día en el sur del estado, donde fuerzas federales pusieron en marcha la Operación Jalisco.
A la queja, que exige la entrega de los cadáveres a los familiares tras una presunta retención ilegal por parte del Ejército Mexicano, se asignó el expediente 3593/2015.
El equipo de visitadores adjuntos de la CNDH que estuvo en Jalisco del viernes al domingo pasado incluyó médico y sicólogo.
Familiares de desaparecidos y habitantes de Villa Purificación aseguraron que el Ejército instaló un campamento en el paraje Villa Vieja para resguardar a la intemperie hasta 40 cadáveres de civiles abatidos desde el primero de mayo, la mayoría enviados en avanzado estado de putrefacción al Servicio Médico Forense (Semefo) de Tlaquepaque dos semanas después.
La Procuraduría General de la República (PGR) reconoce la existencia de ocho cuerpos, pero en ningún caso han sido entregados, pese a que al menos seis familias los reclaman.
Los visitadores adjuntos de la CNDH acudieron a las instalaciones centrales del Semefo en Tlaquepaque, una de cuyas áreas permanece custodiada por soldados.
Sus investigaciones incluyeron visitas a la delegación de la PGR en Guadalajara, luego que el delegado Raúl Martínez Hernández remitió a los familiares a hacer su reclamo a la ciudad de México, con el argumento de que la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (Seido) lleva el caso.
Los visitadores se entrevistaron con los quejosos –procedentes de Nayarit, de Colima y de al menos tres municipios jaliscienses– el sábado en el municipio de Autlán, en una plaza que fue rodeada por vehículos militares y soldados, quienes se quedaron a distancia.