Agencias
2015-03-26
Ciudad Victoria— El Grupo de Coordinación Tamaulipas (GCT) informó que aproximadamente a las 23:00 horas del miércoles fue arrojado un artefacto explosivo que detonó frente a las instalaciones de una televisora en el municipio de Matamoros.
En un comunicado, el organismo explicó que los hechos ocurrieron cuando desde una camioneta, fue arrojado el explosivo en un camellón colindante con las instalaciones de la empresa de televisión, ubicada en el Fraccionamiento Paseo Residencial del citado municipio, sin que hubiera personas heridas.
La Procuraduría General de Justicia del Estado dio a conocer que el artefacto no dañó las instalaciones de la empresa, ya que detonó en la calle, a poco más de 80 metros de distancia.
Estas instalaciones ya habían sufrido un ataque similar el pasado 6 de febrero cuando desconocidos lanzaron otra granada que hirió a dos guardias. Matamoros, de 490 mil habitantes y fronteriza con la estadounidense Brownsville (Texas, sur), vive en las últimas semanas un rebrote de violencia atribuido a pugnas internas en el cártel del Golfo, que domina históricamente la zona, y a enfrentamientos de grupos armados con integrantes del operativo federal de seguridad.
Catorce personas murieron en balaceras en Tamaulipas tan sólo entre el 1 y el 3 de febrero, la mayoría en Matamoros y alrededores.
El pasado 8 de marzo, hombres armados dispararon contra el convoy oficial de la alcaldesa de Matamoros, Leticia Salazar, quien salió ilesa de la agresión. La prensa también ha sido blanco de ataques en Tamaulipas, la principal puerta del comercio terrestre con Estados Unidos.
Además de los atentados contra Televisa, el director editorial del diario El Mañana de Matamoros, Enrique Juárez Torres, fue secuestrado en febrero durante unas horas por desconocidos que irrumpieron en pleno día en su redacción. A raíz de este episodio, redactores y personal administrativo del diario renunciaron a su trabajo.
La organización de defensa de la libertad de prensa Artículo 19, con sede principal en Londres, ha documentado unas 70 agresiones al gremio periodístico de Tamaulipas entre 2007 y 2014, entre ellas el asesinato de cinco comunicadores y blogueros, además de la desaparición de un periodista.