Tomada de Sin Embargo
2015-02-25
Distrito Federal— El comisionado de derechos humanos del gobierno de Alemania, Christoph Strässer, ofreció ayer disculpas a los padres de familia de los 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa desaparecidos los días 26 y 27 de septiembre del año pasado en Iguala, así como a las de los tres que fallecieron en el ataque de policías y sicarios en ese episodio, por el hecho de que las armas utilizadas en la agresión fueron fabricadas y vendidas por ese país.
La visita del funcionario alemán a la Normal se da a 153 días de la desaparición de los jóvenes, los mismos días que el Presidente Enrique Peña Nieto no ha pisado el municipio de Iguala, donde los jóvenes fueron sustraídos por elementos de la Policía Municipal por órdenes del alcalde, José Luis Abarca Velázquez. Y, por supuesto, los mismos en que el Gobierno Federal no ha pedido disculpas.
El funcionario alemán visitó las instalaciones de la normal de Ayotzinapa, como respuesta a la protesta que familiares de los normalistas desaparecidos y agredidos realizaron el 1 de enero ante la embajada de ese país en la Ciudad de México.
En esa ocasión, denunciaron que las armas utilizadas en el ataque a los jóvenes fueron vendidas de forma ilegal por fabricantes de ese país a diversas autoridades mexicanas.
Christoph Strässer aceptó que fabricantes y autoridades alemanas incurrieron en una venta ilegal de armas a gobiernos de los estados en México, porque desde el 2009 hay una disposición que prohíbe la venta de armamento a países con conflictos sociales y políticos.
El comisionado platicó con padres y familiares de los normalistas, quienes le mostraron las instalaciones de la escuela y le explicaron la historia de esa Normal Rural.
Durante su visita, escribió en su cuenta de Twitter que hubo un gran interés por parte de los medios durante su visita a Ayotzinapa. También citó a uno de los padres de los normalistas quien dijo: “Hemos estado esperando cinco meses a nuestros hijos y se sienten como años”.
Notó una gran desesperación y furia de los familiares por la desaparición de sus hijos. “No podemos descansar [...]. Queremos a nuestros niños otra vez”, citó.
Hasta ahora sólo los restos de uno de los estudiantes han sido identificados entre fragmentos óseos y cenizas encontrados en un basurero de la localidad de Cocula, a partir de estudios de ADN realizados en un laboratorio de Innsbruck, Austria.
La visita de Strässer, que concluirá mañana, coincide con los cinco meses de la desaparición, que se cumplen hoy.