Nacional

Pese a transferencias billonarias persiste pobreza en sur del país

Reforma

2015-01-12

Distrito Federal— Los estados pobres del sur del país son un barril sin fondo.

De 2000 a 2014, recibieron transferencias de la Federación por 2.5 billones a pesos constantes de 2014, pese a lo cual sus índices de marginación y pobreza no mejoraron sustancialmente.

En ese periodo, que abarca tres administraciones sexenales diferentes, Chiapas ha recibido, a pesos constantes de 2014, un total de 754 mil 254 millones.

En orden decreciente, Oaxaca obtuvo, en el mismo periodo, 598 mil 767 millones; Michoacán, 572 mil 396 millones, y Guerrero, 565 mil 830 millones.

Para este 2015, tan sólo de participaciones y aportaciones federales, a esos estados llegarán otros 193 mil 712 millones, a lo que deberán sumarse otros fondos regionales, proyectos y convenios que se detallarán en los próximos meses.

Aunado a ello, el Presidente Enrique Peña anunció en noviembre, a raíz de la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa, un Plan para el Desarrollo del Sur, donde destacó que se invertirán 195 mil millones de pesos en obras de infraestructura, como autopistas, hospitales y gasoductos.

Además, insistió en un proyecto para crear zonas económicas especiales en el Istmo de Tehuantepec, en Puerto Chiapas y en los municipios colindantes al Puerto Lázaro Cárdenas.

Con las transferencias a estados y la obra pública federal, de 2000 a 2015 se habrán invertido en las cuatro entidades 2.9 billones de pesos, lo que contrasta con los avances marginales que han tenido en desarrollo y combate a la pobreza.

Según estadísticas del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, entre 2010 y 2012, en Chiapas disminuyó 2.2 por ciento la población en pobreza, y otro 13.6 por ciento, la que está en pobreza extrema.

Sin embargo, esto implica que 3 millones 782 mil personas, aproximadamente el 74.7 por ciento de la población chiapaneca, aún se hallaba en situación de pobreza.

Con todo y la disminución, Chiapas ocupó el primer lugar de pobreza extrema en el país.

Para Oaxaca y Guerrero, el panorama ha sido similar.

En 2012, en Oaxaca se contabilizaron 2 millones 343 mil pobres, lo que equivale al 61.9 por ciento de la población del Estado, cifra idéntica a la registrada en la medición de pobreza de 2008.

En tanto, en Guerrero, entre 2010 y 2012, se incrementó en 116 por ciento la carencia de la población en servicios básicos en vivienda, como acceso al agua, a la electricidad, al drenaje y al combustible.

Atribuyen pobreza a opacidad

Los pocos avances en la reducción de la pobreza de Chiapas, Oaxaca y Guerrero pese a la inversión millonaria federal en los últimos años son resultado de la opacidad con que se manejan los recursos y la desigualdad que existe en las tres entidades, advirtieron especialistas.

Sergio Bárcena Juárez, investigador del Tec de Monterrey, campus Ciudad de México, planteó que en dichos estados existe una tendencia de dirigir los recursos públicos en función a un reparto electoral y no bajo una estrategia encaminada a reducir los niveles de marginación y pobreza.

"El problema en la política enfocada a esas entidades es que tiene la característica de que es altamente opaca. Los Congresos estatales no pueden hacer una eficiente tarea de vigilancia sobre los Gobernadores, quienes son actores muy poderosos y hacen un reparto discrecional de los programas, por más blindados que estén, encuentran la forma de hacer un reparto electoral y eso definitivamente mina la posibilidad de desarrollo", consideró.

El profesor del Departamento de Estudios Jurídicos y Sociales externó que la demografía de las tres entidades también influye en la distribución de recursos públicos debido a que algunas regiones, que concentran los mayores índices de pobreza, están muy alejadas de centros urbanos de desarrollo e incluso carecen de vías de comunicación.

María Cruz, gerente de Coinversión en Oxfam, México, destacó que los esfuerzos para reducir la pobreza tienen que estar apegados a una política focalizada de acuerdo con las características de cada región.

"Chiapas, Guerrero y Oaxaca históricamente han representando los más bajos índices de marginación y los más bajos en desarrollo humano. Nosotros desde Oxfam creemos que tiene que ver con la desigualdad", expuso la especialista.

"Para lograr una mejor aplicación de recursos, creemos que primero tendría que haber una planeación regionalizada. No puedes tener políticas generalizadas porque la pobreza misma es diversa. Tendría que haber una diferencia en la política pública y se tiene que avanzar en el desarrollo de las capacidades de las personas, en la participación ciudadana y de esta forma ir abatiendo estos rezagos tan altos".

Bajo este modelo, explicó, actualmente Oxfam México implementa proyectos en estas tres entidades para incidir en la mejora de políticas públicas a través de temas de justicia alimentaria, creando un puente entre el Gobierno y la sociedad.

De esta manera, dijo, los Gobiernos también se ven favorecidos porque contribuyen a negociar recursos públicos como un derecho ciudadano con fondos gubernamentales y en los cuales se pueden adquirir esquemas de transparencia para seguir la ruta que tiene cada inversión.

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