Nacional

Discreto, se quedó al frente del grupo criminal

AFP

2014-10-02

Distrito Federal— El capo mexicano Héctor Beltrán Leyva se valió de su discreción para evitar ser detenido o muerto por las fuerzas de seguridad, como le sucedió a sus hermanos, hasta que ayer fue capturado en un restaurante de una turística localidad donde se hacía pasar por empresario.
Beltrán Leyva, alias “El H”, fue la mano derecha de su poderoso hermano Arturo, el “Jefe de Jefes”, cuando éste lideró una batalla contra su antiguo aliado Joaquín “El Chapo” Guzmán, a la que se atribuyeron centenares de muertos en México.
Los hermanos Beltrán Leyva son originarios de la región de Sinaloa, cuna de los principales narcotraficantes de México, como el propio Guzmán.
Los Beltrán Leyva estaban entre los principales colaboradores de “El Chapo” en su cártel de Sinaloa hasta la detención en enero de 2008 de Alfredo Beltrán Leyva, “El Mochomo”, que los hermanos atribuyeron a una traición de Guzmán.
De esta forma, Arturo asumió el liderazgo de un nuevo cártel al que se llamó “Beltrán Leyva” y desató una feroz pugna contra su ex jefe.
El anterior gobierno de Felipe Calderón (2006-2012), que lanzó un amplio despliegue militar contra el narcotráfico, atribuyó a cárteles como el de los Beltrán Leyva la mayoría de los más de 70 mil asesinatos cometidos durante su mandato.
El Departamento de Estado estadounidense describió entonces a Héctor Beltrán Leyva, al que daba por nacido el 15 de febrero de 1965, como el número dos del cártel y el encargado de la planificación, supervisión y control del tráfico de toneladas de cocaína y mariguana.
Estados Unidos ofreció una recompensa de cinco millones de dólares y México otra de 2.2 millones por la captura de “El H”.

Heredó cártel y guerras

En diciembre de 2009, un contundente operativo de la Marina Armada mexicana logró abatir en una mansión de Cuernavaca a Arturo Beltrán, cuyo cadáver fue fotografiado ensangrentado y cubierto de billetes en lo que se consideró como una advertencia de las fuerzas de seguridad de Calderón a los narcotraficantes prófugos.
Tras la caída de Arturo, Héctor se hizo cargo de la organización aunque también se registraron fuertes pugnas internas por el poder encabezadas por cabecillas como Sergio Villarreal “El Grande” y el estadounidense Edgar Valdez “La Barbie”, que sembraron el terror en regiones del centro de México como Morelos.
En enero de 2011, Héctor Beltrán escapó a un operativo efectuado en la colonia Del Valle de la capital mexicana, donde el narcotraficante vivía junto a su esposa y tres de sus hijas tratando de no llamar mucho la atención.

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