Nacional

Yo nunca fui fugitivo: Gómez Urrutia

Milenio

2014-09-30

Distrito Federal— El líder del sindicato minero Napoleón Gómez Urrutia aseguró el nunca fue un fugitivo, ni pidió asilo político a Canadá, país que “no creyó las mentiras de los gobiernos panistas en su contra”.
Recordó que tiene la nacionalidad canadiense sin renunciar a su ciudadanía y derechos constitucionales como mexicano. En Canadá, dijo, encontró no solo un sistema de justicia que lo protegió y “nunca creyó en la mentira de los gobiernos panistas”, sino, también la posibilidad de viajar a Suiza sin ser detenido.
“Yo nunca fui fugitivo. Desde que llegué aquí (Vancouver) nunca fui refugiado ni pedí asilo político. Me presenté ante el gobierno de Canadá. Aquí estoy, vengo por una persecución política, estos son mis derechos. Canadá es un país que me abrió las puertas y la protección a mí y a mi familia”, comentó.
Gómez Urrutia dijo que continuará con las demandas penales contra los ex presidentes Vicente Fox, Felipe Calderón y Javier Lozano Alarcón, senador y ex secretario del Trabajo.
“Sabe que sus compañeros en el Senado, incluso los panistas, le compraron (a Lozano) un bozal para que no vuelva a hablar. Cada vez que habla dice tonterías. Larrea hacía lo que quería con él, era su títere; ahora, con la resolución del tribunal, creo que se volvió otro ratón”, explicó el dirigente en videoentrevista ofrecida desde Vancouver, Canadá, a Carlos Marín, en El asalto a la razón.
Destacó que el cuarto tribunal colegiado en materia penal, en el expediente 121/2014, consideró ilegal la última orden de aprehensión y, al hacerlo, lo exoneró del delito de fraude y desvío de 55 millones de dólares, acusación que recalcó fue una persecución política.
“Violaron la Constitución en el principio de que nadie puede ser juzgado dos veces por los mismos hechos. Con esta resolución se está mandando un mensaje positivo a los mineros, quienes tenían dudas sobre la impartición de justicia en el país y, afortunadamente, contamos con jueces honorables, con un tribunal colegiado que me exoneró completamente luego de revisar 800 páginas”, señaló.
Respecto a su papel en el Sindicato Nacional de Mineros Metalúrgicos y Similares señaló que “nací y crecí en el sector minero. Los puestos en el sindicato no se heredan, los trabajadores me han dado su apoyo durante ocho años por los incrementos salariales importantes, tres o cuatro veces mayores comparados con el resto de los sindicatos en todo el país”.
Aseguró que desde Canadá trabaja más a favor de los trabajadores mexicanos que cuando estaba allá y que las empresas van allá a negociar los contratos.
No le molesta que le llamen dirigente virtual, porque he utilizado la tecnología para estar en las asambleas, atender los emplazamientos y las huelgas en Taxco, Guerrero; Sobrerete, Zacatecas, y Cananea, Sonora.
Señaló que en territorio canadiense tuvo el tiempo para escribir el libro El colapso de la dignidad, que se encuentra en la lista de los más vendidos en Estados Unidos, de acuerdo a The New York Times, en cuyas páginas detalla en qué se utilizaron los 55 millones de dólares.

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