Nacional

Experimentan farmacéuticas con mexicanos

Cristina Pérez-Stadelmann
El Universal

2014-09-21

Distrito Federal— Más de 25 mil personas en México de entre 18 y 55 años sirven como “conejillos de Indias” voluntarios para experimentos en protocolos de bioequivalencia que realizan farmacéuticas con el fin de probar medicamentos genéricos, de acuerdo con información de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
Según el doctor Juan Carlos Gallaga Solórzano, comisionado de Autorización Sanitaria de la Cofepris, los sujetos de investigación deben ser registrados ante la dependencia antes de iniciar el primer periodo del estudio, y éstos son informados de los riesgos de participar.
Los voluntarios sólo podrán acceder a una prueba cada dos meses, mientras que sus estudios clínicos que demuestran que están en buen estado de salud tienen vigencia de tres meses.
Héctor, de 22 años, quien no estudia ni trabaja, es uno de los voluntarios. Por quinta ocasión reprobó el examen para cursar arquitectura en la UNAM. “En esta ocasión me quedé sólo a tres puntos de aprobarlo, pero la sexta es la vencida”, dice.
“Si lo apruebo en febrero de 2015 sigo, pero si no... se acabaron los intentos y pues continuaré participando de los estudios de bioequivalencia”, agrega mientras sostiene una torunda de algodón en su brazo izquierdo.
Estamos en una empresa dedicada a la investigación que recluta a personas de entre 18 y 55 años para ser voluntarios en protocolos de investigación. El Universal acompaña al joven en el proceso.
Héctor es alto, con un cuerpo ejercitado, no consume ningún medicamento, no toma, ni fuma; aparentemente es el candidato ideal para el protocolo de investigación del que acaba de salir. Su tía, enfermera en esta empresa, fue quien lo invitó a participar; él leyó un volante que dice: “Somos una empresa dedicada a la investigación, realizamos estudios de bioequivalencia de medicamentos. Revisión médica completa que incluye estudios de laboratorio, como biometría hemática completa, química sanguínea de 27 elementos y examen general de orina gratis!! Si tienes de 18 a 55 años de edad, no padeces de ninguna enfermedad, puedes participar en un protocolo de investigación, y obtener ingresos económicos extras”. En el caso de Héctor, desde hace cuatro meses, éste ha sido su único ingreso.
En esta ocasión, a este protocolo de bioequivalencia para probar un medicamento genérico ingresaron 27 personas más, según refiere uno de los voluntarios que conversó a lo largo de tres días con el resto de los asistentes.
“Cada vez más jóvenes nos integramos a este tipo de estos estudios de investigación, y aproximadamente la mitad de nosotros ni estudia ni trabaja. La verdad es que allá afuera la situación está dura, y aquí adentro en estas empresas de investigación todo está muy cuidado para nosotros. Lo veo como una oportunidad para obtener un ingreso. Y si entrara a la UNAM, igual seguiría participando, quizá no tan seguido, pero igual lo haría.
He conocido a personas que viven de esto, salen de un estudio, esperan dos meses para liberar su cuerpo del medicamento ingerido y se incorporan inmediatamente a otro estudio de bioequivalencia”, dice sentado en un amplio reposet gris mientras el enfermero llena un tubo con su muestra hemática. A Héctor le gusta mirar su sangre fluir en el tubo, lo prefiere así. “Otros medio se desmayan cuando entra la aguja... pero luego se aguantan y continúan”, dice este joven apasionado del futbol.
Héctor entró al protocolo de investigación el lunes 25 de agosto a las 18:00 horas. Durmió en Pharmométrica. El martes 26 de agosto tomó dos pastillas a la vez. Una muy pequeña de forma redonda y otra pequeña también de forma cuadrada; el miércoles 27 le fueron tomadas muestras de sangre cada 15 minutos desde las 8 de la mañana hasta el mediodía, y después por la tarde otras dos tomas de sangre. Dejó el laboratorio el miércoles a las 7 de la mañana.
Explica que para él pensar en la posibilidad de iniciar su carrera en una universidad privada queda absolutamente descartado “por inaccesible; y comenzar a trabajar, pues no reditúa tanto como participar como voluntario de los protocolos de investigación”.
Héctor ha ganado dos mil 500 pesos en el primer protocolo en el que participó y tres mil 200 en el otro; “y lo mejor es que el dinero me llega de un solo golpe, no a cachitos, y así rinde más”, agrega. Recibe el cheque en cuanto termina el estudio y debe estar en contacto con esta empresa para reportar si tuvo alguna reacción secundaria a partir de la ingesta del medicamento.
Explica que tiene problemas en sus pies, lo que no le permite conseguir un empleo en el que tenga que estar parado mucho tiempo. Además, “sin una carrera ni título profesional te ofrecen trabajos de lunes a lunes con sólo un día de descanso, y si bien nos va pagan mil 200 pesos mensuales, comparado con los dos mil 500 o tres mil 200 pesos que ganó por estar un solo día aquí donando mi sangre y mi tiempo para los estudios, además de tomar los medicamentos”.

Las reglas del examen

Participa cada dos meses. El primero fue en abril (el medicamento le provocó algo de náuseas) y el segundo en septiembre (con los mismos efectos secundarios). “Nada grave”, dice. Les han explicado que se trata solamente de dos tomas de un medicamento, no de un tratamiento completo. “Los voluntarios saben que ciertos medicamentos pueden provocar somnolencia o baja de presión arterial; sin embargo, si hubiera alguna complicación médica con éste, contamos con servicios de emergencia para atenderlo inmediatamente”, comentan en la empresa.
Además, Héctor dice protegerse, pues antes de ingresar a los protocolos se ha acercado a su médico de cabecera para consultar el impacto a futuro de los medicamentos que consumirá. “En ambos casos el médico me ha asegurado que no habrá consecuencias en mi cuerpo, y yo le creo”, dice.
Su madre y su padre son profesores de Telesecundaria, y por las tardes su padre labora también como dentista. Este último no aprueba que Héctor “preste su cuerpo” para estos protocolos de investigación.
“Somos un tercero autorizado para pruebas de intercambiabilidad de bioequivalencia de medicamentos de consumo humano aprobado por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, Cofepris, Número de Autorización TA-57-12. Dictaminamos que es un producto equivalente al de patente, y que por lo tanto el laboratorio lo podrá vender en el mercado como un genérico”, asegura Alfonso Martín del Campo Laurents, director clínico e investigador principal de Pharmométrica, quien agrega que la Secretaría de Salud maneja y controla un padrón de voluntarios. [Los bloquea, y después de dos meses los libera]. Cada voluntario deberá esperar un intervalo de dos meses para participar en el siguiente estudio y ser liberado de la lista. (Cristina Pérez-Stadelmann /El Universal)

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