Nacional

‘Ya no aguantamos’

Agencia Reforma

2014-09-18

San José del Cabo— Colonias completas en zonas marginadas desaparecieron al paso de “Odile”.
Entre las ruinas, las familias se dijeron olvidadas por las autoridades, principalmente por la falta de alimentos y agua.
“Agua, lo que queremos es agua, y comida, frijoles aunque sea, nos quedamos sin nada”, gritó Santa Amalia Espirón, de 47 años y quien se quedó sin casa.
Las viviendas, que estaban a escasos dos kilómetros del Aeropuerto Internacional de Los Cabos, eran de lámina y madera y cedieron ante el huracán que se estacionó en esta parte de la península por casi nueve horas, del domingo al lunes pasados.
Estas personas levantaron la mano cada vez que observaron el arribo de un avión. En su desesperación por comer o hidratarse, gritaron a la aeronave la falta de apoyo.
Pertenecen a las colonias La Ballena, Primera y Segunda Etapa, y San Bernabé.
“Nadie ha venido, sólo hacen sobrevuelos con los helicópteros, pero no nos avientan nada”, se quejó Marisol Díaz.
La mujer sólo rescató un vestido y dos chanclas, una de cada una.
Con garrafones de agua vacíos en mano, mujeres caminaron por horas hacia el centro de San José Los Cabos en busca del vital líquido, sin que lograran conseguir ni un litro.
“En las tiendas ya no hay nada, todo lo saquearon, las autoridades nos dicen que pronto llegará la ayuda, pero ya no aguantamos, los niños se están deshidratando”, contó Carmen Martínez, de 57 años y vecina de San Bernabé.
En un recorrido por estas colonias se observó la caída de postes de luz, árboles arrancados de raíz, colchones enlodados en las calles, cobijas húmedas, refrigeradores en charcos, sanitarios fuera del drenaje y casas sin techo o sin paredes.
“Que venga (el Presidente Enrique) Peña Nieto a ver esto, que nos ayude, la mayoría somos mujeres, madres solteras, no podemos levantar todo esto”, expresó entre lágrimas otra mujer de La Ballena.
Los habitantes de estas colonias marginadas también dan por perdidos sus empleos de manera temporal. Gran parte de las mujeres laboran en los supermercados, oficinas, hoteles y comercios turísticos de San José del Cabo, ahora paralizados por “Odile”.
De la rapiña por alimentos, la gente comenzó a saquear joyerías, zapaterías, tiendas de ropa y herramienta en los talleres mecánicos.
“Lo que ahora existe una rapiña de la rapiña”, describió Jorge, encargado de la tienda Soriana, que además de devastada por “Odile”, luce sin un producto en sus estantes.
“La gente viene por lo que sobró de la rapiña, estantes, zapatos impares, lo que encuentre, está desesperada, nomás falta que a alguien se le ocurra quitar el azulejo de la tienda para sus casas”, añadió.
En Cabo San Lucas, la deshidratación llevó a algunas personas a succionar agua de algunos pozos que quedaron sepultados por arena o la que quedó entre la tubería o mangueras de conducción del líquido.
“Rascaron la tierra con palos y fierros hasta encontrar las mangueras, la gente ya está haciendo todo lo posible por sobrevivir”, indicó un mando militar.
Lo mismo se reportó con la ordeña a depósitos de gasolineras.
Aunque la ayuda humanitaria ha comenzado a llegar a Los Cabos, la distribución de los víveres enfrenta otro reto debido a la desesperación de la gente.
La otra dificultad, explicaron las autoridades federales desplegadas, es circular en diversas colonias debido a los árboles y postes caídos, así como los escombros de diversas casas que atravesados en los caminos.
En tanto, en la comunidad de Todos Santos, en La Paz, Baja California Sur, decenas de personas recibieron al presidente Peña Nieto y le pidieron agua y víveres para sortear la crisis. El mandatario dijo a la gente que tuviera paciencia.
Por otra parte, el buque “El Zapoteco”, de la Marina Armada de México, zarpó del puerto de Mazatlán rumbo a Cabo San Lucas, en Baja California Sur, con más de 24 mil despensas que serán entregadas a los afectados por el huracán.
Alimentos enlatados, agua embotellada, artículos de higiene personal, desinfectantes y artículos de limpieza fueron enviados a la zona afectada.

Alistan ayuda

En tanto, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) instruyó al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) la instalación de dos centros de acopio uno para cada terminal, para los damnificados.
También en el Palacio Legislativo de San Lázaro fue instalado un centro para ayudar a las víctimas del desastre natural.
Además, Pemex anunció una donación de 2 millones 500 mil litros de combustibles a Baja California Sur.
Mientras que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) dará 200 mil dólares a la Cruz Roja.
Banamex se comprometió aportando un peso por cada uno que sea depositado por el público. Señaló que el límite son 10 millones de pesos y que la acción es parte de su campaña Uno por Uno.
La CLABE de la cuenta 120, sucursal 100 para hacer transferencias electrónicas es 002 180 010 000 001 205 y la solicitud de recibos deducibles deberá hacerse al teléfono 12 26 51 91.
Mientras que la empresa Volaris tiene planeado realizar 12 vuelos de rescate de turistas varados desde los aeropuertos de San José del Cabo y La Paz, el doble que el miércoles. Al menos 14 mil turistas que quedaron varados en Los Cabos han sido trasladados a otras ciudades. (Agencia Reforma)

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