Reforma
2014-08-20Pachuca— El oso "Invictus", al que le mutilaron la mandíbula y que fue rescatado del espectáculo Harley Circus en Dzidzantún, Yucatán; saca la lengua y se lame las patas aparentemente sin dificultad.
Pese a la prótesis que le rodea el cuello se mueve con agilidad y aquí, en la Primera Unidad de Rescate, Rehabilitación y Reubicación de Fauna Silvestre, tiene fama de ser "un paciente extraordinario".
Ignacio Calleja, cirujano máxilofacial y coordinador de cirugía máxilofacial del hospital ABC de la Ciudad de México, es uno de los doctores de "Invictus".
Actualmente, cuenta que su paciente está a un mes de su primera operación de reconstrucción mandibular.
"Tiene ahora reconstruida la mitad de mandíbula y está en espera de que eso cicatrice para que podamos hacer la segunda face que es reconstruirle el restante de las dimensiones, estamos muy alentadores, él es un paciente extraordinario, muy animado, le pone muchas ganas, lo que le corresponde a él, lo cumple".
El especialista recuerda que " Invictus" llegó con el 70 por ciento de la mandíbula amputada, con el brazo izquierdo inmóvil, con la piel deteriorada, desgarre en patas y completamente desnutrido.
"Ahorita debe de estar alrededor de los 140 kilos, cuando llegó aquí no llegaba a los 70 kilos. Invictus fue mutilado a propósito por una razón que desconocemos", indicó.
Esta mañana, el titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Juan José Guerra Abud, visitó las instalaciones del Bioparque en Hidalgo, en donde está albergado "Invictus" y otros animales rescatados.
En la sala contigua, un equipo de paramédicos estudia al tigre "Cucho", quién tiene paralizada la mitad de su cuerpo y se presume que tenga una displasia o una lesión en la médula espinal.
"Cucho" llegó desde hace tres semanas a la Unidad, procedente del zoológico Miguel Ángel de Quevedo, de Veracruz, y fue trasladado para recibir atención porque es incapaz de ponerse de pie con las cuatro patas.
Más adelante, detrás de una jaula, está "Morelia", una leona que fue rescatada de un circo en Guadalajara.
"Ella traía desprendida toda la nariz, los lerdos los traía desprendidos y llenos de larvas entonces como tenía sarna su epitelio era muy débil", dice Erika Ortigosa Vázquez, representante legal de la Unidad de Rescate, Rehabilitación y Reubicación de Fauna Silvestre.
Igual que estos ejemplares, desde 2013, cuando inició el Programa de Inspección a Circos de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente ( Profepa), se han asegurado 113 ejemplares tanto por no acreditar su legal procedencia como por maltrato, indicó Alejandro del Mazo, procurador de Vida Silvestre de la Profepa.