Associated Press
2014-07-29Tucson, Arizona— La madre de un adolescente mexicano que fue baleado fatalmente por un agente de las Patrulla Fronteriza de Estados Unidos hace cerca de dos años, demandó hoy a la dependencia, diciendo que su hijo estaba jugando basquetbol con su novia y unos amigos minutos antes de que recibiera por lo menos ocho tiros en la espalda.
José Antonio Elena Rodríguez, de 16 años, se encontraba en Nogales, Sonora, cerca de la enorme, valla de metal que divide a Estados Unidos y México cuando un agente de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos le disparó desde Nogales, Arizona, el 10 de octubre del 2012.
La Patrulla Fronteriza dijo que Elena Rodríguez se encontraba entre un grupo de personas que lanzaron piedras a los agentes al otro lado de la frontera, poniendo en peligro las vidas de estos.
La Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU), la cual presentó la demanda en una corte federal en Tucson en nombre de Araceli Rodríguez, dice que el tiroteo es otro ejemplo del uso de la fuerza excesiva por parte de los agentes fronterizos, sin que estos hayan sido sancionados. Araceli Rodríguez dice que su hijo nunca tuvo una roca en su poder o cualquier tipo de arma.
La Patrulla Fronteriza no comenta sobre ningún litigio que se tenga pendiente, según dijo su portavoz, Andy Adame.
Los oficiales de la dependencia han defendido con anterioridad el uso de la fuerza por parte de los agentes.
El jefe de la Patrulla Fronteriza, Michael Fisher, dijo en una expo en la frontera en marzo que existe una errónea caracterización de los agentes, como si estos pudieran abrir fuego de manera “indiscriminada”.
“Si ustedes son como yo, no hay nada más aterrador que el tener que pelear por tu vida cuando te encuentras solo y sin comunicación, y el pensar por tan sólo un segundo que quizás nunca vuelvas a casa al final de tu jornada para ver de nuevo a tu esposa y a tu hijo”, según dijo Fisher. “Lo único que se le parece a ese sentimiento de miedo es pensar en tener que hacer uso de la fuerza letal en contra de un ser humano”.
Grupos a favor de los derechos de los inmigrantes han aseverado por mucho tiempo que los agentes están ansiosos por querer hacer uso de sus armas de fuego.
En la demanda, la ACLU argumenta que la Patrulla fronteriza tiene un “sistemático” problema con el uso de la fuerza.
“El asesinato de José Antonio, cometido por agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, desafortunadamente no es un acontecimiento poco común, sino que forma parte de un problema aún mayor sobre el abuso perpetrado por agentes de la Patrulla Fronteriza en Nogales y en otros lugares”, según lo estipula la demanda.