Nacional

Seguiremos lucha contra cárteles: autodefensas

The Washington Post

2014-01-14

Distrito Federal— Más de una semana después de sobrevivir a un accidente aéreo, el líder de los grupos de autodefensa, José Manuel Mireles, rechazó el llamado del Gobierno para el desarme de su movimiento, indicando que luchará hasta que los líderes de los cárteles de la droga de su región sean arrestados y el estado de Michoacán restablezca el Estado de Derecho, mientras que el vocero del Consejo General de Autodefensas y Comunitarios de Michoacán, Estanislao Beltrán, aseguró que el Ejército “rafagueó” a pobladores del municipio de Antúnez, municipio de Parácuaro, y dio muerte a cuatro personas, entre ellas una niña de 11 años.
Míreles, cirujano de 55 años que encabeza el movimiento que se ha difundido con rapidez en el último año por todo Michoacán y se ha apoderado de territorio del cártel de 'Los Caballeros Templarios', habló con la prensa la noche del lunes desde un refugio tras haber sido atendido en un hospital privado en la Ciudad de México.
Al parecer, el pasado lunes soldados mexicanos empezaron a desarmar a algunos miembros del movimiento en Michoacán, y el secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong pidió a los integrantes del mismo que depusieran las armas y regresaran a sus casas. El conflicto en Michoacán ha subido de tono en las últimas semanas conforme los miembros del movimiento se han hecho de nuevas ciudades y hombres armados han atacado edificios gubernamentales, bibliotecas y establecimientos. La violencia en aumento se ha convertido en una de las mayores pruebas para el Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto.
“Vamos a contener la violencia en Michoacán”, declaró Osorio Chong.
Mireles indicó que sus seguidores no depondrán las armas sino hasta cuando el Gobierno arreste a los capos y demuestre ser capaz de restablecer el Estado de Derecho.
“Sólo somos civiles”, dijo. “Queremos justicia. Cuando no hay justicia en una ciudad, cuando no hay Estado de Derecho en una ciudad, la gente tiene que hacerse justicia por sus propias manos”.
Mireles se está recuperando de las lesiones sufridas cuando su avión se impactó este mes mientras regresaba a casa de Guadalajara. Indicó tener siete costillas fracturadas, fracturas en dos vértebras y haberse dislocado la mandíbula. Tenía el cuello cubierto de moretones, el ojo derecho inflamado y se ayudaba de un bastón para caminar. Con zapatos Crocs color blanco, pantalón de pijama de franela y un suéter gris, Mireles hablaba con lentitud y hacía pausas para sostenerse el pecho, aparentemente adolorido.
“No estoy bien”, comentó. “Tengo muchos problemas de salud que hay que resolver. Y espero que Dios me permita vivir y salir de esta situación, y ver el término de la lucha que hemos iniciado”.
Míreles rechazó los informes de que había autorizado el desarme de su movimiento. Indicó que el mismo tiene el control de 28 ciudades de Michoacán, o una cuarta parte del estado. Indicó que con el tiempo espera que sus seguidores “regresen a nuestras comunidades y retomen sus actividades cotidianas”. Pero señaló que primero será necesario impedir que los cárteles “sigan cobrando 'cuotas' de protección, cometiendo ejecuciones, secuestrando, extorsionando y violando personas”.
“Cuando detengan a las siete cabezas de 'Los Caballeros Templarios', entonces podremos regresar a nuestras comunidades”, indicó. “Estamos dispuestos a deponer las armas cuando las autoridades cumplan con sus responsabilidades”.
“Si Manuel Mireles cae”, agregó, “el movimiento no caerá”.
En entrevista con Carmen Aristegui en Noticias MVS, Estanislao Beltrán, vocero del Consejo General de Autodefensas y Comunitarios de Michoacán, aseguró que luego de varias horas de negociación para que los militares devolvieran las armas que les fueron retiradas en el pueblo de Antúnez, “el Ejército Mexicano rafagueó a nuestro pueblo, gente civil que salió únicamente a pedir que les regresaran las armas”.
Así narró los hechos:
“Lo que ocurrió ayer fue que a la comunidad de Cuatro Caminos llegó el Ejercito, desarmó a los compañeros que estaban en la trinchera y a raíz de esto la gente civil salió a las carreteras para detener a los convoyes del Ejército para pedirles por favor que regresaran las armas a los compañeros comunitarios, pues este es el medio como protegen al pueblo.
“De la manera más atenta se le pidió al general Patiño que regresaran las armas a los compañeros, pues se tornaría la situación crítica, pues cuando el pueblo civil se enoja es capaz de hacer cualquier cosa. Así estuvimos en la negociación de tres horas”, contó Beltrán.
La discusión subió de tono, dijo, y en lugar de devolverles las armas los soldados abrieron fuego y asesinaron a cuatro personas.
“El gobierno no quiere ver la realidad del pueblo, la realidad de Michoacán. A diario tenemos enfrentamientos con el crimen organizado y llega el Ejército y nos desarma. Entonces el pueblo en el crucero de Antúnez tapó la carretera que comunica a Apatzingán.
“Tratamos de pedirle de la manera más atenta a la corporación que nos entregara las armas y se tornó la situación tan crítica que en lugar de entregar las armas nos rafagueó y nos mató a cuatro personas, entre ellas a una niña de 11 años”, reveló el líder comunitario.
“Fue una trifulca muy difícil, nos sentimos decepcionados de nuestro gobierno, no tengo las palabras para calificar al gobierno del estado y al gobierno federal”, agregó.
A pesar de los hechos, Beltrán ratificó que no depondrán las armas, sobre todo si no se ha detenido a un solo líder de Los Caballeros Templarios, por cuyas acciones, recordó, se levantaron en armas.
“En ningún momento vamos a aceptar entregar las armas cuando no se ha detenido ni a un solo líder de los Caballeros Templarios (…) Nosotros sólo defendemos a nuestra familia, a nuestro pueblo. Nosotros somos campesinos, gente de trabajo. (Joshua PartlowThe Washington Post /Con información de Apro)

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