la Jornada
2013-12-17San Cristóbal de Las Casas─ Un mujer de Nicargua que participa en la Novena Caravana de Madres Centroamericanas Buscando a sus Migrantes Desaparecidos Emeteria Martínez, encontró en la fronteriza ciudad de Tapachula a su hijo que no miraba desde hace 9 años.
El encuentro entre Santos del Socorro Rojas Dávila y su hijo Jorge Alberto Reyes Dávila ocurrió anoche en la casa de éste ubicada en una colonia del sur de Tapachula, situada en la frontera con Guatemala.
“Estos 9 años han sido un tormento, pero ahora ya volvió la vida a mi cuerpo porque he encontrado a mi hijo”, afirmó Rojas Dávila, quien también dijo sentir “mucha pena por las compañeras que no han encontrado a sus hijos pero le pido al Señor que los encuentren”.
Les pidió a las demás madres “que sigamos adelante, no porque ya encontré a mi hijo no vamos a seguir luchando; vale la pena seguir en la lucha”.
La mujer contó en entrevista colectiva que durante su estancia en Tapachula desde ayer lunes visitó el albergue Jesús El Buen Pastor que dirige la premio nacional de Derechos Humanos, Olga Sánchez, quien vio la fotografía de Jorge Alberto que llevaba colgada en el cuello y lo reconoció.
Agregó que después de realizar algunas llamadas telefónicas “doña Olga Sánchez y su hija nos llevaron en su carro, para ir a buscar a mi hijo al sitio del cual ya teníamos pistas; un compañero de él que dice que no es su amigo sino su hermano nos fue a enseñar en una motocicleta; lo seguimos y llegamos hasta la puerta de su casa”.
Entrevistada durante la cena que poco después ofreció a las madres el Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Córdova, Rojas Dávila exclamó: “Yo sabía que iba a encontrara mi hijo, a mi muchachito”.
El dijo: “Les agradezco mucho a todos porque para mí fue una gran sorpresa ver a mi mamá en la entrada de la casa (...) Yo sabía que era la única que podía venir a buscarme porque mi papá no, yo sé que él no hubiera venido, y yo no he podido ir porque no tengo papeles”.
La madre comentó que hizo el viaje en la caravana que el 2 de este mes ingreso a México para recorrer 14 estados en busca de migrantes desaparecidos, a pesar de padecer una enfermedad termial, de la cual la operarán próximamente en su país, “porque si no me muero. Por eso le pedía a Dios que me diera el privilegio de encontrar a mi hijo para morir en paz”.
Jorge Alberto, quien la salir de su país dejó cuatro hijos --la mayor tiene 17 años--, aseveró que tenía planeado regresar a visitar a su familia en abril próximo, aunque no tiene documentos para entrar y salir de México.
“Tengo la intención de ir a ver a mis hijos, lo que necesito es arreglar mis papeles para poder viajar y ver si me los traigo porque yo quiero que ella (su madre) se quede acá también”, manifestó.
Señaló que en Tapachula trabaja arreglando por su cuenta aparatos electrodomésticos y en un hotel dando mantenimiento electrónico, aunque no goza de prestaciones sociales por ser indocumentado.
Con Reyes Dávila son siete las personas localizadas como resultado de la Novena Caravana de madres organizada por la coordinadora del Movimiento Migrante Mesoamericano, Martha Sánchez Soler.