Édgar Hernández
Agencia Reforma
Tapachula— La caravana de madres migrantes en busca de sus familiares desaparecidos logró la localización en esta ciudad de una joven hondureña, quien se reencontró con su madre, aunque vía telefónica, porque en esta ocasión la mujer no viajó a México.
Doris Dayanara Bautista Cerrato, de 29 años de edad, tenía cerca de 6 años sin saber de su madre y de sus dos hijos que se quedaron en Honduras.
Vía telefónica se comunicó con su madre, Doris Maritza Cerrato, con quien entre lágrimas habló en privado por espacio de 20 minutos.
La joven, que rehizo su vida en esta ciudad fronteriza se negó a dar declaraciones a la prensa.
El Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Córdova (Fraymaco) dio la bienvenida a las madres migrantes. Ahí, Rosa Nely Santos, coordinadora del Comité de Familiares Migrantes Progreso de Honduras (Cofamipro), recibió a la joven hondureña a quien abrazó como si se tratara de su hija.
“Para nosotros como organización, como somos madres que hemos nacido del llanto, del dolor y la angustia, al reencontrar una de nuestras compañeras a su hija, para nosotros es como si fuera nuestra hija o hijo. Estamos todas juntas y somos una familia.
“(La reaparición) alimenta la esperanza y con la fe en Dios sé que los vamos a encontrar. Sino seguiremos luchando hasta el final”, reiteró.
Explicó que Dayanara supo que su madre la buscaba gracias a una publicación de su fotografía en la prensa.
Detalló que la madre de Dayanara viajó el año pasado a México durante la octava caravana y peregrinó mostrando la foto de su hija quien aparece abrazando a una niña.
Esta ocasión, por problemas familiares, no pudo acompañar al movimiento.
La representante agregó que la joven perdió comunicación con su familia en Honduras debido a que allá cambiaron de teléfono.