Apro/Excélsior
2013-11-05
Distrito Federal— La noche del pasado domingo, elementos de la Policía Federal desactivaron un presunto plan de los 'Caballeros Templarios' para asesinar al obispo de Apatzingán, Miguel Patiño.
Alrededor de las 10 de la noche, unas 40 unidades de la PF llegaron a la casa episcopal y se llevaron al prelado a un lugar seguro, luego de obtener información –vía satelital—de que los 'Templarios' planeaban atentar contra su vida, tras la denuncia pública que hizo el pasado 16 de octubre, en el sentido de que la región del Valle de Apatzingán y Tierra Caliente se encuentra bajo el dominio del crimen organizado.
“Han aumentado los levantones, los secuestros, los asesinatos; el cobro de 'cuotas' se ha generalizado y familias enteras han tenido que emigrar por el miedo y la inseguridad que se está viviendo”, dijo en su carta pastoral. Según información del padre Gregorio López, de la Diócesis de Apatzingán, el obispo fue llevado a un cuartel militar.
Horas después, elementos del Ejército irrumpieron en la Dirección de Seguridad Pública de Lázaro Cárdenas, donde desarmaron al personal de la corporación y tomaron el control de la seguridad en el puerto.
Más tarde, el secretario de Gobierno de Michoacán, Jaime Mares Camarena, negó que el obispo de Apatzingán hubiera sido acuartelado en la 43 Zona Militar.
Autoridades de gobierno del estado indicaron que hasta el anoche el prelado no había solicitado seguridad personal.
Jaime Mares, secretario de gobierno, dijo que “ni el obispo estuvo resguardado en la Zona Militar número 43, ni el obispo tampoco ha solicitado ningún tipo de resguardo, eso lo puedo decir con puntualidad porque he confirmado tanto con uno y con otro, hablo concretamente del responsable de la zona militar y con el propio obispo ésta situación”.
Cuestionado sobre la situación que prevalece de seguridad en los municipios de la Tierra Caliente, Mares Camarena indicó aún existe preocupación entre la población de la zona.
Jaime Mares, secretario de gobierno agregó que “naturalmente que nos indica hay una preocupación de la ciudadanía que no podemos negar, en este momento también podemos decir que hay en el caso de la región de Apatzingán y municipios aledaños una tensa calma”. (Apro/Excélsior)