Nacional

Dice Z-40 no ser narco sino sólo un agricultor

Agencia Reforma

2013-10-13

Distrito Federal— Miguel Treviño Morales “El 40”, líder de Los Zetas y señalado como uno de los hombres más sanguinarios en la historia del narcotráfico, dijo ser sólo un agricultor que gana 40 mil pesos mensuales y que teme que en prisión atenten contra su integridad.
“No pertenezco a ninguna organización criminal, yo me dedico a la agricultura”, declaró ante Roberto Hoyos Aponte, juez sexto de Distrito en Procesos Penales Federales de Toluca, en una diligencia del 19 de agosto, en la causa penal 110/2013.
“Yo soy agricultor, no me dedico a cosas ilegales, me dedico a la agricultura”, le reiteró al juez este sujeto nacido el 28 de junio de 1973 en Nuevo Laredo, Tamaulipas, y con estudios truncados de secundaria.
El presunto narcotraficante, quien sólo reconoce a “El Mike” como su alias y dice no pertenecer a ningún grupo indígena, señaló a las autoridades judiciales que no tiene vicios: no es afecto a los juegos de azar, a las bebidas embriagantes, al cigarro o a las drogas.
“El día en que fue detenido se encontraba en estado normal”, señala un telegrama enviado por un secretario del juzgado al Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social.
Hijo de Rodolfo Treviño Arroyo, finado, y de María Arcelia Morales Martínez, “El Z-40” dice tener ingresos de 40 mil pesos al mes por su trabajo en el sector agrícola y contar con 5 dependientes económicos, su mujer con la que vivía en unión libre y 4 hijos.
En sus datos generales, se hizo constar que Treviño tiene dos tatuajes, uno en el antebrazo derecho con la figura de una cobra y el otro en la parte trasera del cuello, en forma de cuadro, con la leyenda “Hecho en México.
Para la trayectoria criminal que le atribuye el Gobierno federal, con centenas de muertes en la última década, es notable que el presunto líder de Los Zetas no tenga una sola cicatriz, como refieren los documentos.
Lo que sí parece tener es temor a que le ocurra algo durante su encierro en el Penal Federal del Altiplano y quien le preocupa es Salvador Martínez Escobedo “La Ardilla”, su ex lugarteniente, con quien tuvo una disputa por una mujer.
“En este centro nos tienen separados, porque aquí se oye que me tiene coraje y que me va a hacer algo”, declaró.

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