Nacional

Deja de llover en Acapulco; queda desesperación y rapiña

El Universal/Milenio

2013-09-17

Acapulco— A las 9:00 horas de ayer martes dejó de llover en Acapulco, pero la situación se agrava. Miles de vacacionistas esperaban cualquier oportunidad para abandonar este puerto, mientras la población afectada comenzaba a sufrir el desabasto y con ello el saqueo y la rapiña.
En la zona de Puerto Marqués se han formado filas de cientos de personas que intentaban cruzar una zona anegada, a fin de llegar al aeropuerto internacional de esta ciudad con la esperanza de que se haya abierto un puente aéreo implementado por las fuerzas armadas para poder ir a la Ciudad de México.
Autos y árboles destrozados son parte de las huellas que dejaron las lluvias torrenciales de la tormenta tropical 'Manuel', que a pesar de haberse degradado mantiene la zona amenazada.
En la zona hotelera, turistas sin dinero esperaban cualquier aviso de las autoridades para poder acudir a albergues o salir de Acapulco.
La situación se torna complicada para las familias Carrillo y Guadarrama que se encuentran en la zona Diamante. Están hospedados en el hotel Fairmont Acapulco Princess, pero han tenido que ir a buscar comida debido a que, dicen, en el hotel una comida cuesta 400 pesos y la botella de agua de 350 mililitros 55 pesos.
Nadan hasta 7 kilómetros para poder llegar a la localidad más cercana y comprar agua y otros productos. El agua en las calles les llega hasta las axilas; el nivel del agua es de más de un metro de altura.
Los caminos colapsados y la falta de productos para comer llevaron a Marcela Herrera a intercambiar con vecinos, en una parte de la zona Diamante, cilantro por leche para poder darles a las cuatro menores con las que se encuentra. Ella llegó a vacacionar a Acapulco como muchos otros y por fortuna, indicó, llevó suficiente medicina para su hija que sufre de hiperinsulinismo.

En la zona donde se encuentra hay luz y agua, pero los caminos están bloqueados.
“Afuera del Oxxo hay colas como de 100 personas, ya no hay nada. En el Chedraui las filas son de tres horas para poder entrar”, relata.
Las tiendas de conveniencia comienzan a sufrir desabasto y el mal clima sigue amenazando el territorio guerrerense.
De acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), en el Océano Pacífico se localiza un sistema de baja presión que tiene 30% de probabilidad para intensificarse a ciclón tropical durante las próximas 48 horas. Mientras que los remanentes de “Manuel” generan una amplia zona de tormentas frente a las costas de Nayarit y Sinaloa.
Por el desabasto de alimentos y con la crisis por el mal clima, cientos de personas han comenzado a ingresar a la fuerza en tiendas ubicadas sobre el bulevar Paseo de las Naciones, en donde es posible ver actos de rapiña en diversos negocios como ferreterías, supermercados y tiendas de electrodomésticos.
Ante la mirada de policías federales, cientos de personas se hacen con pantallas planas, lavadoras, secadoras y otros aparatos, además de comida. “Hay gente que no tiene nada ahorita”, justificó un habitante de ese lugar.
Pese a que el agua les llegaba a la cintura, mujeres, hombres y niños sacaban lo que podían de los comercios.
La tienda que ha sido más fuertemente golpeada por el saqueo es el Costco, en el que fue abierto a la fuerza un almacén.
En carros de supermercado, sillas de ruedas e incluso sobre lanchas, los saqueadores aprovechan para cargar todo lo que pueden. La policía municipal se retiró de la zona.
Helicópteros de la Marina, el Ejército y la Policía Federal sobrevuelan el área, en la que también hay soldados y agentes federales, demasiado ocupados en labores de rescate para interceder.
“Fue horrible, tuvimos que salir del hotel donde estábamos, vimos como saqueaban las tiendas, cómo buscaban comida y nosotros corrimos para salvar nuestras vidas. Por la noticias escuchamos que en el aeropuerto iban a salir aviones militares, por lo que con unos amigo nos fuimos al lugar, tuvimos que pasar inundaciones que nos cubrían casi todo el cuerpo”, afirma Dora Gutiérrez, turista originaria de Toluca, estado de México, al aterrizar en la Ciudad de México.
Mientras, en un refugio de Acapulco, Raúl cuida a su perro y una jaula con un perico. Le acaricia la barriga a su “compañero” hasta que lo arrulla. Salió la noche del domingo de su casa en la Colonia Colosio y no sabe cuándo volverá. No sabe qué le dejó “Manuel”.
La tormenta tropical lo hizo abandonar su casa, salió con toda su familia. En unos minutos el agua inundó su hogar, subió hasta llegar a media habitación; hoy teme a la rapiña, no sabe cómo recuperarán sus pertenencias... no sabe cuándo volverá.
Este albergue se ubica en la Zona Diamante, muy cerca del Aeropuerto Internacional de Acapulco. El Ejército y la Marina han destinado vehículos para cruzar a la gente en este tramo, pero es insuficiente, hay largas filas de personas que esperan la oportunidad. La mayoría camina entre las aguas.
Aquí la gente ha utilizado los barandales y las escaleras eléctricas como tendederos. La mayoría ha ido a sus trabajos para evitar perderlos, otros han regresado a su casa para ver las condiciones en que se encuentra.
“El domingo por la noche el agua fue muchísima, jamás había visto tanto. En un ratito el agua estaba a la mitad, comenzó a flotar el refrigerador y la lavadora. Sólo alcance a tomar los papeles que tenía en una bolsa”, dice Rosa Hernández en el albergue al recordar cuando salió de la colonia Colosio.

Suman 47 muertos por
ciclones en el país: Osorio  
Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación, informó ayer que al menos 47 personas han muerto a causa de los ciclones “Ingrid” y “Manuel”, que impactaron por el golfo de México y el océano Pacífico, respectivamente.
En una entrevista radiofónica, dijo además que hay decenas de carreteras afectadas por la lluvia torrencial que afectó a dos terceras partes del país dejando más de un millón 200 mil afectados.
El funcionario federal comentó en Radio Fórmula que la mayoría de las víctimas mortales (27) se registraron en el estado sureño de Guerrero, donde también se localiza el puerto de Acapulco, el cual “está incomunicado” según palabras del propio Osorio.
Además un total de 263 mil 230 usuarios del servicio eléctrico resultaron afectados por el paso en el país de los fenómenos meteorológicos Ingrid y Manuel, y a quienes en su mayoría se les ha restablecido el suministro.

Promete Peña ayuda por aire

En tanto, el presidente Enrique Peña arribó a la zona de Chilpancingo para supervisar los trabajos en los albergues que se activaron a partir de la contingencia por las lluvias ocasionadas por la tormenta Manuel.
A su llegada un grupo de pobladores le pidió que atendiera de manera urgente a la población de Tlacoapa que ese encuentra en la montaña alta de Guerrero debido a que se encuentran incomunicados y están a punto de quedarse sin víveres y sin agua.
El mandatario se comprometió a enviar ayuda por aire y destinó un helicóptero tan pronto haya condiciones climáticas para realizar el aterrizaje.
Peña anunció que se impulsará un programa para la reconstrucción de las casas afectadas. Detalló que se adquirirán terrenos de reserva para construir nuevas viviendas y reubicar a familias en situación de riesgo en Chilpancingo. (El Universal/Milenio)
 

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