El Universal
2013-09-02
Distrito Federal– La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) citó ayer al embajador de Estados Unidos, Anthony Wayne, para expresarle su “enérgico extrañamiento” y exigir a su gobierno que se realice una investigación en torno al presunto espionaje a las conversaciones y correos electrónicos del presidente Enrique Peña Nieto durante su campaña, por parte de la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense.
Aunque la cancillería dijo que no prejuzga sobre la veracidad de la información que difundió la televisora O Globo de Brasil, basada en documentos del ex agente de la CIA Edward Snowden, envió además una nota diplomática al Gobierno de Estados Unidos, al tiempo que rechazó y condenó categóricamente cualquier labor de espionaje sobre ciudadanos mexicanos, lo que representaría una clara violación al derecho internacional.
La reacción del Gobierno mexicano por la vía diplomática no se hizo esperar ante estas nuevas revelaciones, pues desde julio pasado ya había solicitado a la administración de Barack Obama informes y una investigación sobre presuntos actos de espionaje a México, en temas como el energético, por parte de la Agencia de Seguridad Nacional y de la CIA.
Aunque por ese caso aún se espera la respuesta oficial de Washington, pues no ha llegado, confirmaron fuentes diplomáticas, existe un diálogo con las agencias estadounidenses involucradas para esclarecer los hechos.
Esta vez, la SRE decidió llamar a consulta al embajador de Estados Unidos, Anthony Wayne, para abordar el tema, luego de que la cadena de televisión brasileña O Globo hizo público que en otra operación de la Agencia de Seguridad Nacional hubo un programa tendiente a espiar a la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, así como al entonces candidato presidencial de México, Peña Nieto.
En el caso del mandatario mexicano se habrían espiado conversaciones y correos electrónicos personales en los que se revelaban los nombres de algunos de los personajes que integrarían su gabinete.
La SRE emitió un comunicado en el que fijó la posición del gobierno de México, en el que informó que “ha tomado nota de las versiones que diversos medios de comunicación internacionales han publicado en relación con un supuesto espionaje sobre ciudadanos mexicanos dentro de programas de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos”.
Anunció que el gobierno mexicano solicitó al gobierno de Obama, mediante nota diplomática, “una investigación exhaustiva y que, en su caso, deslinde las responsabilidades correspondientes”.
Otra de las medidas fue que la cancillería citó al embajador de Estados Unidos “para expresar su enérgico extrañamiento y exigir la realización de la investigación señalada”, aunque aún no existe fecha definida para que Wayne acuda a la SRE, ya que está fuera de México, pero ya se contactó a la representación diplomática para que se fije la fecha en que tendrá que acudir.
De acuerdo con agencias, el gobierno brasileño está “indignado” con reportes de que Estados Unidos espió las comunicaciones de la presidenta Dilma Rousseff y sus principales asesores, dijo el lunes el canciller.
Luiz Alberto Figueiredo externó que Brasil había exigido a Estados Unidos explicaciones formales y por escrito sobre las denuncias.
Figueiredo llegó a sugerir que una visita de la presidenta Rousseff a Washington estaba en el aire y dependería de las respuestas del gobierno de Barack Obama.
La cancillería de Brasil a su vez, convocó al embajador de Estados Unidos, Thomas Shannon, para dar explicaciones sobre las nuevas denuncias de espionaje. (El Universal)