Nacional

Un mexicano, entre los 35 más innovadores del mundo

Milenio

2013-08-24

Distrito Federal— Enrique Lomnitz es un ingeniero industrial de 30 años que acaba de colocarse en la lista de líderes que, a través de la innovación tecnológica, cambiarán al mundo de acuerdo con el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT por su sigla en inglés).
Lomnitz y su proyecto “Isla Urbana”, un sistema de captación pluvial sustentable, se integraron al selecto grupo de 35 innovadores menores de 35 años más talentosos del mundo.

El sueño sustentable

El proyecto de Isla Urbana tuvo su génesis en 2006, cuando Enrique y un amigo suyo idearon un sistema de captación de lluvia como parte de su proyecto de titulación en la Rhode Island School of Design, en Estados Unidos.
Pasaron tres años hasta que finalmente el sueño se materializó en un equipo que permite a las familias con poca disponibilidad de agua ser autosuficientes, el “Tlaloque”. Éste fue colocado en una vecindad en el Ajusco, obteniendo tan buenos resultados que los vecinos de la zona comenzaron a interesarse por adquirir el sistema.
En el camino, 10 personas más se sumaron al proyecto y, desde entonces, más de mil dispositivos se han instalado en casas y escuelas de la Ciudad de México y en algunos otros estados del país.
“Somos un colectivo, somos 12 personas, y aunque yo esté bajo los reflectores ahora, fue un logro conjunto. Estamos felices, aunque con o sin reconocimiento estamos dedicados a este trabajo y, bueno, este premio es un aliciente para seguir adelante”, reconoce Lomnitz.
De acuerdo con las mediciones que han realizado, Lomnitz y su equipo están convencidos del potencial con que cuenta su sistema, ya que de acuerdo con sus estimaciones, una casa que cuente con el ‘Tlaloque’ puede captar más de 35 mil litros de agua de lluvia limpia para una familia.
Lo que se traduce en un ahorro de 6 a 8 pipas de agua al año, o lo que es lo mismo, entre 5 y 7 meses de consumo de agua.
“Estamos convencidos que este sistema se puede integrar a gran escala, la Ciudad de México tiene todo el potencial para ser la capital de la captación de agua de lluvia”. Y no se equivoca, de implantar esta tecnología a gran escala se podría proveer hasta 50 por ciento del consumo de agua de la ciudad, lo que ayudaría a reducir la presión sobre las fuentes que actualmente la abastecen y cada vez se deterioran más.
“Esperamos que este premio nos abra nuevas oportunidades”.
El reconocimiento para estos jóvenes no es algo nuevo, en 2011 Isla Urbana fue uno de los tres ganadores del premio ONU Agua. Sin embargo, la nominación del MIT les cayó por sorpresa.
“Alguien nos nominó, no sabemos quién. Nos enteramos cuando el MIT nos contactó por ahí de febrero o marzo para incluirnos dentro de la edición del MIT Technology Review para México; luego, el mismo MIT nos nominó para su edición mundial.”
En mayo pasado, Lomnitz fue reconocido como uno de los 10 jóvenes innovadores más talentosos del país, en una ceremonia que contó con el apoyo del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria y la UNAM. Ahora, el MIT volvió a premiar a Isla Urbana como uno de los proyectos más destacados en todo el mundo.
“Esperemos que este premio nos abra nuevas oportunidades, que con mayor difusión podamos incorporar más patrocinios, más financiamientos y llevar el sistema a más casas”, dijo Lomnitz.
Hay que recordar que Isla Urbana fue finalista en el concurso ‘Iniciativa México Edición 2011’, gracias a lo cual el colectivo que lo integra pudo acceder a una serie de apoyos financieros, contactos y promoción.

¿Cómo funciona el ‘Tlaloque’?

Primero debe elegirse una sección del techo de la casa, donde el agua se capta a través de canaletas hacia un módulo que elimina basura de gran tamaño, como hojas. Luego pasa a un segundo filtro que intercepta el agua más contaminada y envía la más limpia a la cisterna.
En la cisterna opera un reductor de turbulencia que evita que el líquido que ingresa levante sedimentos que pudieran encontrarse previamente en la cisterna, luego el agua pasa por un filtro que depura dichos sedimentos y, finalmente, un filtro de carbón activado quita otros químicos.
Después de este proceso, el agua puede depositarse en el tinaco de la casa, sin embargo no es apta para beber, por lo que debe emplearse en la limpieza, los baños, las regaderas, los lavabos o el riego.
Instalar uno de estos sistemas cuesta alrededor de 6 mil 500 pesos, incluyendo el material y mano de obra. El trabajo es realizado por el mismo personal que integra el colectivo.

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