Reforma
2013-07-14Distrito Federal— El chofer del líder petrolero Carlos Romero Deschamps no le tiembla la mano para apostar fuertes sumas de dinero en carreras de caballos.
De sus bolsillos, saca fajos de billetes de 500 y mil pesos para jugar en carreras simultáneas tanto de hipódromos de Estados Unidos como de las competencias que se celebran en el Hipódromo de las Américas, según pudo constatar Reforma.
"Es buen apostador. Apuesta fuerte: de a mil o 2 mil pesos por carrera", aseveró un cajero de las ventanillas ubicadas al interior del restaurante 1943, dentro del Óvalo de Lomas de Sotelo, a donde suele acudir.
A ese ritmo, los juegos de don Arturo, como es conocido por taquilleros y meseros del lugar, alcanzan montos de hasta 30 mil pesos en una sola tarde.
El viernes 28 de junio, el hombre, de unos 60 años, arribó al Hipódromo de las Américas sin compañía.
De cabello cano y aproximadamente 1.60 metros de estatura, el chofer del líder del sindicato petrolero eligió una de las mesas llamadas periqueras, colocadas a unos metros de las máquinas de apuestas tanto de EU como del propio hipódromo.
"Siempre se sienta en esas mesas", confirmó a Reforma un mesero que le llevó un molcajete con salsa roja martajada y totopos.
Ese día, el hombre permaneció alrededor de cuatro horas, durante las cuales sus apuestas alcanzaron los 20 mil pesos.
Tan sólo en la mesa, que únicamente ocupó un par horas, dejó tickets por un monto total de 9 mil pesos.
Después de ese tiempo, ya no se separó de las ventanillas de apuestas.
El chofer, afirmaron testigos, suele llegar al restaurante 1943 después de las 16:00 horas.
'Orellia' al primer lugar
De entrada, don Arturo pide a Rodrigo, el taquillero de competencias remotas, los programas de los hipódromos estadounidenses Betfair Hollywood Park, Belmont Park, Churchill Downs y Pleasanton, que se transmiten a esa hora, además del correspondiente al Hipódromo de las Américas.
Ya en su mesa, con un plumón azul, analiza sus jugadas, palomea caballos y construye diversas combinaciones posibles para lograr trifectas –que, en términos hípicos, se refiere a acertar a los primeros tres caballos en llegar a la meta– y superfectas –acertar a los primeros cuatro.
En cada jugada, cruza el historial de los caballos que aparecen en los distintos programas con los momios –pago que se obtiene en caso de resultar ganador– que se transmiten en vivo en las nueve pantallas que tiene a su alrededor.
Por ejemplo, en la octava carrera de Belmont Park apostó 520 pesos en dos combinaciones para trifecta. El número uno "Orellia", a primer lugar, con los números 3, 5, 7, 8 y 10 a segundo y a tercer lugar; en la otra apuesta seleccionó a los caballos 3, 5, 7, 8 y 10 a primero, con el 1 a segundo y los mismos que escogió a primer lugar, los colocó para tercer sitio.
Don Arturo quedó cerca, pues ganó el número 8, "Hasta Quiet", seguido del 7, "Temper en el Comando", y el número 1, "Orellia", resultado que pagó 65.5 dólares por cada dos apostados.
Pero el resultado no lo amilana.
El chofer de Romero Deschamps voltea a ver las pantallas del Hipódromo de las Américas, que iba en la quinta carrera.
Su estilo para apostar no cambia: se recarga frente a la ventanilla y sin dejar de mirar las pantallas, decide sus jugadas.
En la quinta carrera del hipódromo, de ejemplares cuartos de milla, su gallo es el caballo marcado con el número 2, "NC Gucci Shoes". De su bolsillo izquierdo, saca un puñado de billetes de 500, toma dos y los avienta al cajero para una "superfecta" de cuartos de milla.
"Para 'trifecta', dame el dos (a primero) para 1, 4, 5, 6, 8 y 10 (a segundo, tercero y cuarto lugar)", exige don Arturo. "El 2 gana ésta", dice seguro a un sujeto al que se refiere con el nombre de Mario, quien le acompaña para decidir algunas selecciones de apuesta.
Sólo que "NC Gucci Shoes", de la cuadra Casa Blanca y montado por Juan Carlos García Maya, le queda mal a don Arturo, pues pese a su esfuerzo por el riel, queda en tercer lugar, detrás del 9 "Azalhenry" y "SF Champions Heart", que lleva en número 8.
"Oiga don Arturo, ¿no va a apostar a la sexta de Hollywood?", le inquiere Rodrigo, el de la ventanilla de carreras remotas.
Sin pensarlo, el chofer de Romero mira los números en la pantalla, saca un billete de 500 y pide la trifecta con los caballos 1, 2 y 3, "Mr. Ornery", "Obsess" y "Classic Bobby", respectivamente.
Ninguno de sus caballos figura en los primeros sitios. Gana "U'narack" con el número 5, seguido del 6 "Field Report" y el 4 "Exotic Slew".
Rutina en Las Lomas
Luego de decenas de apuestas que oscilan entre los 96 y los 2 mil pesos, el chofer del líder petrolero se da una pausa para tomar una sopa caliente y beber agua natural... sin dejar de mirar las próximas carreras en los televisores.
"Nunca nos da el dinero en la mano, siempre nos avienta los billetes (...) sabemos que es de Pemex, del sindicato, es bueno para jugar", masculla otro de los encargados de las ventanillas de apuestas.
Añade que deja buenas propinas cuando sus caballos le responden.
"Si gana una apuesta da propinas de 500 o 600 pesos, a veces hasta de mil pesos si la ganancia para él es buena, eso es lo que tiene", añade el vendedor de tickets.
La sexta carrera del Hipódromo de las Américas le llama la atención. Mientras mira las pantallas se acerca a las ventanillas; ya no lleva su programa, mide sus apuestas con base en los momios.
En esa competencia, la sexta de la tarde, son ensillados 10 caballos para correr 300 yardas. A don Arturo le llama la atención "NC Special", que compite con el número 1; pero también le gusta el número 4, "La más querida"; y el 3 "MR Perry Holland".
Al cajero le pide, en un inicio, cinco superfectas con "NC Special" a primero, en combinación con el 3, 4, 5 , 7 y 8. Por esas apuestas paga 480 pesos, pero no queda conforme con su selección, así que, sin dejar la ventanilla, urge al cajero otras dos apuestas de 480 pesos cada una.
Esta vez selecciona a "La más querida" a primer lugar con el 3, 6, 7, 8, 9 y 10; y después a "MR Perry Holland" a ganar, en combinación con el 6, 7, 8, 9 y 10.
La carrera está por empezar, cuando "Don Arturo" vuelve a la carga con otra "superfecta".
"Dame al 7 a ganar para 3, 4, 5, 6, 8 y 10", dice rápido al de la ventanilla, que cobra 480 pesos.
El equino con el número 7, llamado "El Último Chisguete", que selecciona al final el chofer de Romero Deschamps, le da suerte.
"El Último Chisguete", criado en el rancho Las Bugambilias, y montado por Martín Hernández, se lleva la competencia por una nariz, dejando atrás a "MR Perry Holland", a unos metros de la meta.
Esta apuesta le genera a don Arturo una ganancia de mil 500 pesos. No mucho en comparación a lo apostado.
Hastiado, el chofer del líder petrolero abandona el Hipódromo de las Américas casi a las 20:00 horas con las manos en sus bolsillos.
Fue una mala tarde.