Nacional

Cinco de cada diez menores del país viven en pobreza: Unicef

Agencias

2013-04-03

Distrito Federal— La pobreza tiene el rostro de la infancia: cinco de cada diez niños de cero a 17 años viven en esa condición. Esta cifra supera al promedio nacional que ubica al 42 por ciento (cuatro de cada diez personas) de la población en pobreza multidimensional.

Un estudio presentado hoy por la Unicef en México y el Coneval, arrojó que en 2010 la población infantil y adolescente que se encontraba en situación de pobreza era e 53.8 por ciento en comparación con el 46.2% de la población en general; mientras que en el caso de la pobreza extrema, 12.8% de la población infantil y adolescente la padecía en 2010, frente al 10.4% entre la población en general.

Al presentar el documento "Pobreza y derecho social entre niños, niñas y adolescentes en México 2008-2010", la representante de la Unicef en México, Isabel Crowley, dijo que el número de personas de cero 17 años pobres no se incrementó mucho entre 2008 y 2012, sin embargo los niveles de pobreza en ese grupo fueron más altos en comparación con el resto de la población.

La representante de la Unicef México destacó que la alta proporción de infantes y adolescentes en pobreza extrema constituye una violación de sus derechos, lo cual es inaceptable.

Crowley también indicó que eso muestra la necesidad urgente de tener una adecuada combinación de políticas universales, que garanticen el acceso a los servicios básicos y el pleno respeto de los derechos para toda la niñez de México.

Sostuvo que la probabilidad de que la pobreza en la infancia se vuelva permanente y se reproduzca en la siguiente generación es más alta que en el caso de los adultos, lo cual compromete el desarrollo económico y la cohesión social del país.

El secretario ejecutivo de Coneval, Gonzalo Hernández Licona, dijo a su vez en que en 2012 aumentaron las coberturas básicas de salud, seguridad social, servicios básicos de vivienda y educación para la población infantil; en este último rubro se tiene una cobertura de 95% de niños y adolescentes que asisten a la escuela.

El reto es la atención a la población infantil que está fuera de edad en el proceso educativo y a quienes es complicado hacerles regresar a la escuela, explicó.

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